Elefantes y espejos

Animales inteligentes los hay muchos, seguro. Cualquiera que tenga perro pensará que su mascota sabe más que un maestro de latín, pero en esta bitácora también hemos hablado de ratas que averiguan cosas alucinantes sobre la textura causal de su ambiente, de moscas con capacidad de aprender cosas, del nombre de los delfines, de pájaros con una memoria prodigiosa... Por cierto, que ciertas aves no sólo tienen buena memoria, también han demostrado ser más listas que el hambre desenvolviéndose en ciertos experimentos, incluso en el manejo -¡y la fabricación!- de herramientas, y si no que se lo pregunten al investigador que lidió con Betty, la hembra de cuervo de este experimento (otro link a una noticia más breve).

Ciertamente, hay capacidades intelectuales relativamente avanzadas que no son patrimonio exclusivo de nuestra especie y de sus parientes cercanos. Incluso yo diría más: es realmente interesante, y hasta excitante, si me permitís el ramalazo evo-friki, comprobar cómo animales filogenéticamente lejanos de nosotros demuestran sus habilidades cognitivas. Si son muy parecidas a las nuestras, porque nos revelan una historia de la evolución animal en la que encajamos como una rama más, y en la que muchas de nuestras características tan apreciadas empezaron a modelarse por la selección natural cientos de millones de años antes de que el primer hombre pusiera un pie en la tierra. Y si esas habilidades cognitivas son muy diferentes de las nuestras, también es importante su estudio porque nos demuestran que no hay destinos ni caminos prefijados en la evolución, que no somos, por usar una metáfora reposteril, la guinda de ningún pastel. La imagen del arbusto con innumerables, indistinguibles ramas, se sigue ajustando más a la realidad, y Gilgamesh se maravilla con su contemplación.
Por todo esto me apasiona el tema de la inteligencia animal. Pero convengamos que existe un club algo más restringido que el de los animales inteligentes. Es el de los seres “autoconscientes”. Usando una definición de andar por casa que seguro me valdrá alguna (bienvenida) corrección, podría decir que la autoconsciencia es la capacidad de construirse un yo, de conocer la existencia de uno mismo como un individuo en el mundo, diferente del entorno que lo rodea (¿así queda más o menos bien?). Pasado el mal trago de la definición, añadiré que una forma habitual de averiguar si un animal tiene esta capacidad es tan sencilla como pintarle unas marcas de colores en el cuerpo y sentarle frente a un espejo: un ser autoconsciente reconocerá su propia imagen y descubrirá las manchas, que presumiblemente despertarán su curiosidad.
Decía que hasta ahora los seres autoconscientes éramos más bien poquitos: estamos los seres humanos, los grandes simios (los chimpancés, los gorilas, los algo más simples orangutanes, pero probablemente no los demás monos), los delfines y algún que otro ingenio robótico XD
Me entero, gracias a Paleofreak, que a este club tan exclusivo vamos a tener que añadir a los elefantes asiáticos. En este artículo de Javier Sampedro nos ponen al corriente. Los científicos tuvieron la ocurrencia de poner un espejo en la jaula de los elefantes (el espejo, necesariamente, tuvo que ser “tamaño elefante”). La reacción de los paquidermos fue, como cuenta el artículo, la que se esperaría en un bebé humano: mostraron mucha curiosidad, le dieron la vuelta para ver qué había detrás, y todas esas cosas que tanta gracia nos harían en un video de primera. Pero el dato revelador llegó cuando los investigadores pintaron un círculo en la frente de los elefantes. Nada más contemplarse en el espejo, la trompa del elefante iba derecha hacia la mancha, demostrando que el animal se estaba reconociendo en la imagen.
Como buen evo-friki, que ya lo dije antes, no dejo de maravillarme con los prodigios de la naturaleza.

Por cierto, esta vez no os vais a quejar de escasez de enlaces, ¿eh?

EDITO: Añado este otro link con la historia de los elefantes, que me lo ha pasado el señor Pineño. Quiera o no, este señor sigue aportando cosas en Psicoteca ;-)

EDITO una vez más: En esta dirección (en inglés) tenéis los enlaces a tres vídeos de los elefantes jugando con los espejos. Por si os interesa.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas, parece que esta vez estreno la columna de comentarios. Esto de los elefantes lo ví en las noticias, y me llamó la atención.
Lo iba a mirar por ahí a ver que encontraba. Ahora me lo habéis puesto más fácil :)
Sin duda esto de los elefantes es un gran descubrimiento.
Es muy interesante el tema. La mayoría de los animales son más listos de lo que imaginamos.
El otro día una compañera me aseguraba sorprendida que las palomas de su barrio cruzaban el semáforo cuando se ponía en verde. "Os lo juro" decía, es increibble pero cierto. Realmente es hasta lógico pensar que son capaces de hacerlo si conocemos de qué son capaces realmente estos animales cuando se les somete a prueba.
Popularmente se les considera yo creo bastante menos listos de lo que son. Y quedan en anedotas sorprendentes el ver a un animal de nuestro entorno llevando a cabo una conducta inteligente.
Y realmente son bastante más listos de lo que piensa la mayoría de la gente.

Fernando Blanco dijo...

el usuario anónimo dijo:
"...las palomas de su barrio cruzaban el semáforo cuando se ponía en verde..."

Un caso evidente de control de la conducta por el estímulo, ¿no es así? :-P

Anónimo dijo...

Hay evidencias similares con comida, no? Con luz verde se les da comida si presionan la tecla con el pico, con luz roja no. Corregigme si me equivoco...

Anónimo dijo...

Apreciado Gilgamesh:

Agradeciendo de nuevo tu contribución a mi blog
http://elclandelosoblanco.blogspot.com/

Decirte que, tras leer con detenimiento tu blog, me gustaría que contemplaras la posibilidad de intercambiar links siempre y cuando el contenido del mio esté alineado con los objetivos del tuyo.
Recibe un cordial saludo!

Anónimo dijo...

Realmente interesante, y siempre es agradable encontrar más pruebas aún de la teoría de la evolución.

Fernando Blanco dijo...

Viper: No sólo eso, sino que también estaría encantado de compartir posts para contribuir a nuestros respectivos sitios. Si escribes algo que te interese compartir en Psicoteca, avísame. Incluso podría, si quieres, incluirte como miembro.
Y lo mismo te digo, si quieres publicar algún articulillo de Psicoteca en tu blog, pídelo sin vergüenzas. ;-)

Fernando Blanco dijo...

Usuario anónimo: Esa conducta que describes se observa muy bien en los experimentos. La luz roja o verde haría las veces de un "estímulo discriminativo". Se llama así porque en función de que esté o no presente, la conducta cambia (con semáforo verde cruzo, con semáforo rojo no lo hago).

Anónimo dijo...

Apreciado Gilgamesh:

Desde ya, comunicarte que nuestros Blogs están "hermanados", y aplaudo y secundo tu propuesta de colaboración.
Quedas formalmente invitado a participar (en la manera que estimes oportuna) cuando así lo creas conveniente para publicitar nuestros Blogs con el objetivo que parece claro compartimos en pos de la divulgación científica de la Psicología.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Es el tercer blog que encuentro que comenta esta historia de elefantes autoconscientes y me parece estupendo; la noticia no se merece menos. Tu comentario que contextualiza el descubrimiento en la historia de la evolución me ha encantado; es escalofriante, pero he visto un montón de documentales presuntamente científicos y divulgativos que daban una vision finalista de la la evolución.

Fernando Blanco dijo...

Visión finalista de la evolución, ¿eh?
Tampoco es que uno quiera dar a entender que domina el tema, que no es eso, pero sí quiero señalar que poquísima gente entiende realmente lo que es la evolución y la selección natural. Incluso entre los que tienen estudios superiores, y aún digo más, entre los propios profesores universitarios, puede encontrar uno todavía ideas equivocadísimas acerca de este tema. ¿Quién no ha oido hablar de la "supervivencia del más fuerte"? ¿O de la "cadena o escala evolutiva"? Hace falta que estas cosas se enseñen con detalle en el colegio (echadle un ojo a este test que en su día nos mostró el Paleofreak y que bien podía emplearse en una escuela, ¡o en una universidad!). Y más necesaria es esta divulgación ahora que el diseño "inteligente", creacionismo puro y duro, está enseñoreándose de la mismísima Europa civilizada. Pronto lo tendremos aquí y hay que estar preparados.

Anónimo dijo...

Así es, Gilgamesh, no puedo menos que darte la razón. A demás muchas de las críticas creacionistas a la evolución implican sólamente a esas ideas erroneas y malentendidos que circulan en plan "supervivencia del más fuerte". Si se divulgara mejor la evolución mejor nos iría.

Anónimo dijo...

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