Cómo arrasar en “¿Quién quiere ser millonario?” usando la neurociencia.

Un conocimiento no superficial acerca de la física elemental y del funcionamiento de los juegos de azar como los de los casinos nos permite desterrar esa creencia popular de que “a los físicos experimentados les tienen prohibida la entrada” en estos lugares. Ningún físico, por bueno que sea, sería capaz de predecir con exactitud el movimiento de la bolita en una ruleta, por ejemplo.
Pero la cosa cambia cuando los juegos no están basados en el azar, sino en los conocimientos, por ejemplo. Los típicos concursos de preguntas y respuestas, como ese formato que en España ha popularizado Carlos Sobera, y sobre todo si dejan tiempo de sobra para meditar antes de contestar, permiten que los expertos en neurociencia tengan alguna ventaja, por pequeña que sea. Y sin hacer trampa. ¿Quién dijo que la investigación en el cerebro y la mente no podía dar dinero?
A un estudiante de doctorado llamado Ogi Ogas, que trabaja en el campo de la memoria, su conocimiento acerca del funcionamiento de la misma le ha servido para llevarse un buen pico. Nos lo cuenta Zack Lynch en Brain Waves.

¿Cómo se puede aplicar la investigación sobre la memoria en un concurso de este tipo?
Bueno, por ejemplo, en la pregunta de los 16.000$ (“¿En qué país se publicó en primer lugar la difamante caricatura de Mahoma?”), Ogi empleó el priming para activar el recuerdo de una conversación que tuvo con un amigo acerca de este asunto. Así la respuesta correcta (Dinamarca) afloró en su cabeza y se llevó el dinerito.
En la pregunta del medio millón de dólares, en la que nuestro héroe reconoció estar totalmente despistado, la solución vino de la mano de la “teoría de la mente”, poniéndose en el lugar del redactor que escribió las opciones de respuesta. Ingenioso que es el chaval, desde luego.
Increíblemente, llegó a acertar también la respuesta de la última pregunta, la del millón de dólares, ¡usando sólo la intuición! Pero el riesgo era demasiado alto y prefirió quedarse con sus 500.000 pavos seguros en el bolsillo. No le puedo culpar.
En este link tenemos un artículo escrito por Ogi donde nos cuenta cómo fue avanzando en el concurso gracias a la neurociencia, por si os apetece conocer más detalles. ¿Quién sabe? A lo mejor en un par de semanas tenemos a todos los lectores de Psicoteca peleándose por salir en la tele, midiéndose con el Sobera.



El nuevo campeón llegó a describir así cómo se sentía en el instante mismo de saber que había ganado el premio de 500.000 dólares (no llegó a arriesgarse en la del millón): “My neurohormones whipped from black misery to shining ebullience, saturating my brain in a boiling cauldron of epinephrine and endorphins. I gaped at the azure screen in front of me as the ultimate question coalesced in hot white font”. Solo puedo añadir esto: :-)

Editado: Parece que últimamente hay problemas con los links en blogger, unos funcionan y otros no. Creo que estos ya están arreglados, o eso parece.
Lo siento.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

El link al artículo escrito por Ogi no funciona

Anónimo dijo...

Ahora sí funciona.Son cuatro paginas
http://www.seedmagazine.com/news/2006/11/who_wants_to_be_a_cognitive_ne.php?page=1)

Fernando Blanco dijo...

¿A que dan ganas de probar suerte uno? A lo mejor el sistema funciona. No quisiera dar ideas, pero en principio esto es aplicable a cualquier tipo de examen tipo test, ¿verdad? Uhm, si un día de estos me veis en el 50x15 no os extrañeis.

Anónimo dijo...

Buenísimo el post Gilgamesh!.

Aunque bien es cierto que es tan importante saber cómo rememorar la información como tenerla en sí misma, por lo que nuestro amigo Ogi, a parte de culto, fue lo suficientemente hábil como para utilizar las estrategias correctas que le llevaron a ganar 500.000 dolares.

Felicidades por un artículo tan entretenido y útil!
Un saludo!

DLuque dijo...

Está curioso. Este señor tiene que tener una gran cantidad de conocimiento sobre cosas muy heterogéneas. El que la neurociencia le haya ayudado en el sentido que él propone lo dudo, sinceramente.

Anónimo dijo...

Ya, estoy de acuerdo con dluque. Una cosa es la teoría y otra que la práctica de la neurociencia te pueda ayudar tal se pone en el artículo.

Fernando Blanco dijo...

Por supuesto, no pensaba dar la impresión de que los conocimientos sobre el cerebro y su funcionamiento pueden obrar "un milagro": la respuesta tiene que estar ahí. Pero, como sabemos bien los que hemos sido o somos estudiantes, muchas veces no es ése el problema. Para decirlo claro, a menudo no damos la respuesta correcta, más por un fallo de recuperación que de otra cosa. Hemos estudiado, hemos recuperado la respuesta muchas veces (eso implica que la hemos codificado y almacenado), pero esa famosa sensación de "quedarse en blanco" aflora en el momento y circunstancia concretos del examen.
El conocimiento sobre los mecanismos de recuperación nos puede permitir, en esos casos, rescatar la información que buscábamos y que ya teníamos en algún lado. Por ejemplo, mediante la asociación de ideas: “¿por qué me viene a la cabeza este concepto cuando me hacen esta pregunta?”. A mí ya me parece una ventaja evidente. ¿Os dais cuenta de la tremenda cantidad de información nueva que recibimos cada día? ¿Y de cuánta nos acordamos al día siguiente? Si toda esa información estuviera disponible a largo plazo y fuera accesible al segundo sin errores de recuperación, como en un ordenador, seríamos unos almacenes de datos increíbles (y, para los que estudiamos estas cosas, aburridos y, paradójicamente, ¡poco informativos! Los sesgos y errores nos dicen mucho más sobre el funcionamiento de la mente).

En otros casos, como cuando Ogi aplica la "teoría de la mente", no hace falta conocer la respuesta, sólo usar nuestra intuición acerca de las intenciones de otras personas. Si Ogi se dedicara a cualquier otro oficio, habríamos dicho sencillamente que fue muy astuto. Esa técnica la hemos usado todos los que pasamos por un examen de tipo "test", con respuestas de opción múltiple (“esta opción seguro que está para despistar”). Pero aunque no sea nada realmente novedoso, me parece importante darle el nombre y apellido correcto según las teorías psicológicas. Es rescatar un terreno que nos corresponde, ¿no?

Anónimo dijo...

Muy interesante, Fernando, pero... Es esto neurociencia? No sé, priming, teoría de la mente, recuperanción de la información... En principio todo esto suena a psicología experimental de la de toda la vida, no? En fin, que esto de cambiar ahora todos los nombres no va mucho conmigo, ya sabes...

Aprovecho para felicitarte (y felicitaros a todos los que contribuis aquí) por el blog. No suelo tener tiempo de participar, pero lo leo con frecuencia y realmente habeis conseguido dar vida a nuestra antigua y querida Psicoteca. Enhorabuena!

Fernando Blanco dijo...

Hombre, Helena, no te falta razón.
Existe una reciente tendencia, en la que yo mismo he picado, y que consiste en elevar esta "nueva" ciencia a la categoría de máxima consideración y rigor. Que si uno dice que estudia psicología parece como que no aporta nada serio, ¿no?, pero si estudia "neurociencia", eso sí se lo toma la gente en serio, parece como que vale más. NO deja de ser una moda un tanto irritante aunque al final muchos nos acostumbremos y piquemos como pardillos. ¿Qué es eso de la neurociencia? Pues ni más ni menos que la vieja psicología, renovada con los nuevos conocimientos neurológicos y desde una perspectiva cognitiva y "moderna" que es de gran atractivo para el gran público. No sé qué pensaréis del tema. He oído en algún foro despreciar la psicología por "poco científica", ya bogar en su lugar por esa "neurociencia", que muy probablemente ni el que la mencionó sabría qué quiere decir.
No sé, esto requiere buceo en Wikipedia, pero ¡ya! ;-)

Anónimo dijo...

Quién iba a decir que la ciencia tiene aplicaciones prácticas...

Anónimo dijo...

yo no voy a felicitarte por tu blog, es un blog muy aburrido. No parece un blog sobre ciencia, los articulos son muy pobres de contenidos y los que hay son articulos irrelevantes que no tienen importancia en la comunidad cientifica seria.

Anónimo dijo...

La comunidad científica seria ya tiene sus propias fuentes. Se supone que ésto es divulgativo, pero para la gente medianamente informada; no para expertos "serios" como tú.
Lo que si agradecería, es , ya que se trata de un blog en castellano, que todo el artículo estuviera escrito en nuestra lengua. No tengo por qué tener demasiada fluidez con el inglés (y de hecho no la tengo)
Atte.

Fernando Blanco dijo...

Vaya, Carolina, lo que dices es cierto, me refiero a lo del texto en inglés, no a lo de llamarme "experto serio" :-P
A ver, lo que ocurre es que el fragmento en cuestión es una declaración del concursante, y traducida a otro idioma supongo que perdería la supuesta gracia que tiene, ¡je!
Aun así te lo voy a contar más o menos, que te lo mereces. Agárrate, que mi inglés es de traca y los efectos pueden ser lisergicoalucinógenos (no vale reirse de mí). Va algo como esto:

"Mis neurohormonas saltaron pasando de una negra miseria (¿literal?) a una brillante ebullición, cociendo (algo así) mi cerebro en una olla de epinefrina y endorfinas. Crucé el abismo hacia la pantalla azul que tenía delante cuando la pregunta definitiva se fundió en una fuente blanca y caliente".
Toma ya.

Anda que no se explica bien el niño. ¿A que entiendes lo mismo en inglés que en mi cutre-traducción? ;-)
Bueno, Carolina, siento no haber tenido en cuenta este detalle del idioma. A ver si otras veces me entero a tiempo, ¡y cuento contigo para tirarme de las orejas!

Anónimo dijo...

"yo no voy a felicitarte por tu blog, es un blog muy aburrido."

Tu debes de ser Julio. He aquí una crítica constructiva que propone mejoras, y por supuesto en línea con la buena educación.
Por cierto, por si no te enteras es un ironía lo dicho, y julio en inglés se pronuncia más o menos: julay


"No parece un blog sobre ciencia, los articulos son muy pobres de contenidos"

Seguro que tú tienes un bolg estupendo. A ver cuando pones la dirección para que lo podamos visitar...(esto es tb una ironía)



"y los que hay son articulos irrelevantes que no tienen importancia en la comunidad cientifica seria."

Nosotros lo llamamos artículos de divulgación. Que, ¿cómo se te ha quedado el cuerpo? (esto es un pregunta, no una ironía)

Anónimo dijo...

¿No tiene repercusión en la ciencia y la sociedad los transtornos mentales?