La memoria de los pájaros

Artículo original de Miguel Ángel Vadillo y Helena Matute (Universidad de Deusto, Bilbao), escrito en el año 2003.

Blogging on Peer-Reviewed ResearchLos pájaros, exceptuando los que están en jaulas, como los peces, exceptuando los que están en peceras, viven en un mundo inmenso. ¿Cómo podrían sobrevivir sin recordar dónde han estado ya antes, dónde encontrar comida, o qué tipo de peligros les conviene evitar? ¿Se limitan a ir de un sitio a otro al azar, guiados quizás por sus instintos, y a picotear todo aquello que tenga aspecto comestible? ¿Cómo podríamos averiguarlo? Quizá podríamos observar a una serie de pájaros en su medio natural, colocarles una anillas para saber cuáles vuelven a un mismo lugar y con qué frecuencia lo hacen. Pero, ¿sería esto un indicador de que vuelven porque recuerdan el sitio o precisamente un indicador de que vuelven porque ya no recuerdan haber estado allí antes?

La masa

“Era verano, y estábamos todos disfrutando de unas buenas vacaciones en un campamento en el norte de España. Uno de esos donde los adolescentes pasan el verano. Sí, uno de esos donde se organizan actividades y uno se lo pasa pirata.
El edificio donde residimos durante aquellos 15 días era un viejo caserón. Se parecía bastante a los que salen en las películas de terror. Dada esta circunstancia, a los monitores se les ocurrió organizar un pasaje del terror. Una buena idea, ¿no?
Se organizó un grupo, escogiendo unos chicos al azar, y esos serían los actores del caserón encantado. A los demás nos tocaba la difícil y agotadora tarea de disfrutarlo.
Una vez pasadas unas semanas, ya con todo preparado, llegó la noche de la gran velada. Nos organizaron en grupos pequeños y comenzó la vuelta por todo el caserón.
El caso, es que nada más empezar la atracción, te hacían esperar unos 5 minutos en la más absoluta oscuridad en un cuarto hecho de piedra que era un poco tétrico.
A uno, mientras estábamos allí a oscuras, no se le ocurrió otra cosa que gritar con todas sus fuerzas tras pasar medio minuto. Gritar como si estuviera muy asustado. ¿Os imagináis? Empezaron todos a gritar (sobre todo se oían voces de chicas), y de los cinco minutos que estuvimos allí se pasaron unos 3 minutos gritando :)
El caso es que lo que fue un grito para asustar a la gente de nuestro alrededor, resultó ser un grito que duró 3 minutos…”



Y ¿a qué viene este cuento? Pues viene muy bien para hablar sobre las masas. ¿Qué son las masas? Son agrupaciones de personas con gran número de individuos. Y es que las personas en masa nos comportamos de forma ligeramente diferente. ¿Cómo de diferente? Cuando formamos parte de un “gran grupo” las cosas cambian ligeramente para muchos. Y es que el comportamiento de una masa es en cierta medida arriesgado. La masa pierde el miedo a las consecuencias negativas de sus acciones en gran parte, lo cual es algo muy peligroso. Los individuos están dentro de un “gran grupo”, así que en cierto sentido se encuentran en el anonimato. A esto le añadimos una cierta impulsividad que aparece favorecida en los integrantes de una masa y tenemos una mezcla explosiva. También se da un cierto contagio emocional en los integrantes de la muchedumbre. Por eso es importante no asustar a una masa. No sé donde fue, pero a alguien se le ocurrió gastar una broma pesada gritando en alto la palabra “bomba” en un lugar lleno de gente. La gente empezó a asustarse y hubo quien murió por la broma. ¿Os imagináis lo que tiene que ser eso? Todo el mundo corriendo para salvar su vida…¿O pensáis que alguien se va a acercar a ver si la amenaza es cierta?
En las masas, suelen verse también comportamientos de imitación. El comportamiento de los demás en la masa es imitado, y es además una fuente de información importante.
Aquí podemos ver un vídeo interesante sobre el tema.

Y por cierto, acordándome de este post que escribió Fernando, sobre un tema también de psicología social, he encontrado este vídeo sobre una experiencia en la calle que puede ser interesante para ilustrar lo dicho por él. Este es el vídeo. Afortunadamente no tardan mucho en ayudar a la chica. Aunque también podemos ver quienes pasan de largo…

Bueno, esto es todo para este post. Lo dicho aquí lo podréis observar en alguna ocasión seguramente en el futuro. Al contrario que en otros post, en este por razones evidentes NO PROBÉIS, sólo OBSERVAR cuando ocurra de forma espontánea.

Saludos


Videncia o evidencia

A riesgo de repetirme, como parece ser que el tema de los adivinos es un tema que interesa, he pensado en escribir este post. Algunas de las cosas se han dicho en comentarios del post anterior y otras son nuevas. Espero que os resulte un post entretenido.



Introducción
Parece ser que hay profesionales que aseguran tener la facultad de adivinar el futuro. Es más, aseguran que podrán decirnos cosas sobre nosotros mismos, para que podamos conocernos mejor. Y además lo consiguen solamente con una sesión de…¿media hora?
¿Sorprendente verdad? ¿Y cómo consiguen tales proezas? Pues mirando las líneas de tú mano, mediante una baraja de cartas o mirando la posición de los planetas entre otras. Dependiendo de la disciplina mágica en la que estén curtidos. ¿Podrán realmente hacer algo así? Aquí van algunas reflexiones para compartir sobre este tema que da tanto que hablar. Reflexiones que reflejan mi punto de vista, y a través de las cuales iré intentando buscar explicaciones alternativas a estos “fenómenos mágicos”.

Ilusionismo y poderes mentales
En el post anterior sobre el asunto pudimos ver cómo mediante las técnicas que usan los ilusionistas, se pueden reproducir al menos en apariencia, cosas que hacen quienes afirman poseer “poderes mentales”. De hecho hay una rama del ilusionismo que se dedica a eso. Los ilusionistas la llaman “mentalismo” (no confundir con el significado de esta misma palabra fuera del ámbito del ilusionismo).
No esperamos ver que alguien realmente consiga mover con la mente un objeto, o que adivine “algo” sobre nosotros. Así que el hecho de tener la experiencia de que una persona pueda hacer este tipo de cosas es impresionante. Si uno está acostumbrado a ver las cosas de las que son capaces los prestidigitadores, tal vez nos resulte algo más normal.
Pero fuera de un escenario, alguien que no está familiarizado con los trucos de magia y que sea medianamente crédulo, puede quedar impresionado con un par de trucos sencillos. No olvidemos que “la experiencia es altamente persuasiva”. Si veo que alguien puede “adivinar realmente”, estaré más dispuesto a creer que su habilidad es cierta, que si solamente me lo cuenta.
Cuando estos “trucos” se usan para entretener al personal es algo estupendo. El “pero” viene cuando quien conoce estos métodos, los utiliza en su propio beneficio para hacer creer a otros que lo que están viendo es algo real. Así que aunque lo que presenciemos sea algo que parece real, aprendamos a desconfiar de “los poderes mentales que tienen otros” :)

Estadística
La estadística también puede ser un factor clave. Hay algunas cosas que nos pueden parecer poco probables, pero que realmente no lo son tanto. No sé si será cierto, porque no hice la prueba de comprobarlo, pero como ejemplo servirá. Y es que leí en algún sitio que los hombres, al ser más activos de jóvenes, es muy probable que tengan alguna cicatriz en una de sus dos rodillas por culpa de alguna caída. Así un adivino puede empezar diciendo…”usted tiene una cicatriz en la rodilla, veo que por alguna caída”, y acabar relacionando este hecho con la predicción.
Otro ejemplo que he leído del uso de la estadística, tiene que ver con alguien que salió por la tele por lo visto diciendo a los telespectadores que se concentrasen en “fundir una bombilla en su casa”. Si lo conseguían les pedía que llamasen a la tele. El caso es que se recibieron muchas llamadas de gente que supuestamente había conseguido fundir la bombilla con sus “poderes mentales”.
Pero teniendo en cuenta la cantidad de gente que está viendo el programa, estadísticamente…¿no es normal que se fundan algunas bombillas? :)
Sin irnos a casos tan extremos, podemos apreciar cómo un adivino se sirve de la estadística de forma más frecuente. Por ejemplo, si voy a hacerle una predicción a una persona que vive en Madrid, podré decirle algo así: veo una mujer de piedra sobre un carro, una plaza…sí claro “¡La Cibeles!”. Seguro que si no vives en Madrid tienes menos probabilidades de pasar por allí.
Incluso pueden trabajar con probabilidades asociadas a una edad. El otro día por ejemplo, salió por la tele un profesional echando las cartas. Y la persona que llamaba preguntó por su hija que tendría unos 18 años. Cuando le preguntó a ver si tenía novio, el profesional la contestó que “en alguna persona se había fijado su hija, y que si no lo tiene, está ahí tanteando”. ¡No! Una persona con 18 años que se ha fijado en un chico…¿alguna vez vieron algo parecido?
Y así, de muchas formas, la estadística puede ser un fiel aliado del adivino.

Efecto Barnum o efecto Forer
El efecto Barnum lo pudimos ver en el post anterior. Por lo visto afirmaciones relacionadas con la personalidad que son generales y vagas, y válidas para todo el mundo, al leerlas las asumimos como propias si creemos que van dirigidas a nosotros. Esto es el efecto Forer.
Este efecto puede explicar parte del proceso de la adivinación.
Si lo que nos dicen son cosas positivas de nosotros, estaremos más dispuestos a creérnoslas, al fin y al cabo a nadie le amarga un dulce.
Es importante también que pensemos que esas afirmaciones van dirigidas solamente a nosotros. No es lo mismo el horóscopo para todos los virgo, que una lectura personalizada. Estaremos más dispuestos a creernos lo que nos digan, si nos hacen una lectura personalizada.
A esto le podemos añadir predicciones ambiguas usando un poco de estadística y un poco de lectura fría.

Preguntas que no parecen preguntas
Afirmaciones con cierta musicalidad de pregunta, pero que no parecen serlo, son habituales también entre quienes aseguran leer el futuro. Así nos puede dar la impresión de que adivinan, pero realmente somos nosotros quienes se lo contamos.

Comunicación no verbal y la lectura fría
La comunicación no verbal podría ser usada también por aquellas personas que se dedican a adivinar cosas. En esta excelente página
que nos pasó Awen el Bardo, se puede conocer de forma rápida cómo consiguen los adivinos llevar a cabo la “lectura fría”, técnica usada también por los ilusionistas por cierto.

¿Qué queremos?
No olvidemos también, que es importante lo que la persona quiera. Si uno quiere creer en la astrología, le gusta el tema, es muy probable que le parezca algo excelente.
De hecho para persuadir a alguien, antes que buenos argumentos es mejor tener argumentos que agraden a la persona persuadida.
Y es que a veces lo que “queremos” va antes, y las razones después. Un ejemplo bastante ilustrativo puede ser un partido de fútbol. En numerosas ocasiones podremos ver cómo ante un penalti dudoso, la opinión de las personas depende del equipo al que pertenecen, más que de cualquier apreciación objetiva. Si somos forofos del “equipo de los astrólogos”, puede que incluso nos siente mal que pongan en duda algo tan importante para nosotros.

Buscando pruebas
Parece ser que cuando tenemos “nuestra propia teoría” sobre “lo que sea”, buscamos evidencias que la confirmen y no tanto fallos que la desmientan. Así que si creemos que el adivino “adivina”, buscaremos “aciertos” y no fallos. Además, después no recordaremos las cosas tal y como pasaron. Recordaremos aquellos detalles que confirmaban nuestra hipótesis. Y los que la contradecían, además de no haberles prestado atención, es muy posible que queden olvidados. Además como aparentemente no hay fallos debido a la ambigüedad de las afirmaciones, minimizamos aquello que puede hacernos pensar que estamos equivocados.
Seguramente la distorsión sea bastante mayor de lo que imaginamos. Al final si uno cree, seguramente saldrá diciendo que le adivinaron todo. Y si uno no cree “realmente”, lo más seguro es que salga pensando que todo tiene explicación natural.

Ambigüedad
Aunque esté en cierto sentido implícito al hablar del efecto Barnum, conviene destacar la ambigüedad como algo esencial. Buscando confirmación de las predicciones (algo con lo que relacionarlo) es fácil encontrar algún suceso de entre “todos los que nos ocurran” que pueda encajar bien con una afirmación ambigua. Es pura estadística y búsqueda de algo que encaje. Algo de “todo lo que nos ha pasado” seguro que encaja bien. Las afirmaciones ambiguas permiten encajar precisamente con muchas cosas diferentes, en las que “poder confirmar” la predicción.

Sobre el tarot (centrándonos un poco aquí)
La palabra tarot por lo visto debe de venir del egipcio y significa irónicamente algo así como “camino hacia la verdad”. Hay diferentes disciplinas de adivinación, pero hablaré un poco más sobre ésta. Las demás tienen explicación similar.
¿En que se basa el tarot? El tarot es realmente una teoría seudo científica sobre el inconsciente. Se supone que es el inconsciente del adivino es el que va a conseguir “adivinar”. Las cartas en teoría son un mero instrumento para este fin.
Se supone que el adivino debe barajar las cartas, cosa muy importante en el proceso de adivinación. Y al hacer esto las cartas “no se mueven al azar”. Por lo que comentan los partidarios del tarot, es “nuestro inconsciente” el que al mezclar el mazo ya está adivinando, colocando las cartas de forma inconsciente (es decir, que colocamos las cartas al barajar guiados por nuestro inconsciente: ahí empieza ya la adivinación).
Luego se tiran las cartas y en base a lo que salga y lo que añade nuestro inconsciente al interpretar, conseguiremos una buena adivinación, como los “grandes adivinos”.

Al hacer tiradas encontramos a Forer
A esta bonita teoría le podemos encontrar una explicación alternativa fácilmente con lo anteriormente explicado.
Sin meterme mucho, algunas cosas sobresalientes... Para empezar el significado de cada carta es una afirmación general ambigua, parecidas a las que se hacen en el “efecto Forer”. Las cartas tienen un significado, cada carta uno o dos diferentes. Los significados son afirmaciones ambiguas sobre nuestra personalidad o predicciones ambiguas. Así el adivino, después de hacer una tirada tiene ya unas cuantas cosas para decir, ¿no os parece? Y todas, frases que valdrían para la mayoría.
Hay diferentes tipos de tiradas usando las mismas cartas con los mismos significados. ¿En que se diferencia una tirada de otra? En la forma en que se ponen las cartas encima de la mesa. Por ejemplo, en un tipo de tirada concreta, se ponen 3 cartas en fila, luego debajo otras 3 y más abajo otras 3. O sea 3 filas de 3 cartas cada una. Tenemos 9 cartas con un significado cada una.
Además los lugares en que caen las cartas significan cosas. Así por ejemplo, el primer lugar puede corresponder al “amor”, y la carta que caiga allí nos dirá algo sobre el amor.
¿Saben cuales son las preocupaciones de tipo personal más frecuentes de las personas? Pues amor, trabajo y salud. “Casualmente” en la tirada de 9 cartas que acabo de describir, los 3 primeros lugares representarían amor, trabajo y salud. Ahí caen 3 cartas con un significado cada una, que son frases ambiguas y generales.
La cosa vendría a ser así. Si me cae el as de bastos (que significa comienzo de algo nuevo) en el lugar del amor, el adivino puede empezar: “Estás pensando en alguien (con media pregunta, y depende la reacción…), veo que empiezas a fijarte en alguien, de quien empiezas a sentir algo”.
Y así con nueve frasecitas. El resto se lo podemos dejar a las habilidades del adivino y lo bien que se le dé sacar información.

Críticas a los métodos de los adivinos
Para empezar, preguntar si no les parece una explicación más razonable la alternativa, que el hecho de suponer que realmente tienen “poderes mágicos” estos señores. O la habilidad por ejemplo en el caso del Tarot de interpretar los símbolos desde el subconsciente. Por si esto fuera poco, veamos algunas contradicciones y afirmaciones que se hacen por parte de adivinos.
Según los partidarios de esta disciplina, el tarot es una… “ciencia de la adivinación”. Es curiosa esta postura, porque adivinar es según el RAE:

“Predecir lo futuro o descubrir lo oculto, por medio de agüeros o sortilegios”

O sea que viene a ser predecir el futuro mediante la videncia; es decir, predecir hechos por sí mismos. Porque a uno le vienen a la cabeza o algo así. Eso no tiene nada que ver con la ciencia que se basa en la experimentación.
O sea que es una contradicción en sí misma. Por una parte los partidarios de este tipo de cosas rechazan hacer experimentos y por otra llaman a sus disciplinas “ciencias ocultas”. ¡Y tan ocultas!
Por si eso no fuera suficiente podemos encontrar en esta página la declaración de un señor que se dedicaba a hacer “lectura fría” en una línea telefónica de pago. Es especialmente interesante lo que cuenta este señor.
No solamente se le pueden encontrar explicaciones alternativas más que razonables, sino que además los “principios de la astrología “, entran en conflicto con algunos principios básicos de la física como podemos encontrar aquí.
Y para acabar citaros también este estupendo post sobre astrología donde dan muy buenas razones para decir que no a esta disciplina.

Conclusión
Quien propone un método nuevo para prestar un servicio a la sociedad, tiene la responsabilidad de demostrar que lo que ofrece funciona “realmente”. ¿Los adivinos lo hacen? No veo ningún interés por parte de los adivinos en hacer nada de esto. Pero no se duda al decir que el tarot o la astrología son ciencias, cuando precisamente la ciencia se basa en la evidencia.
Existen explicaciones alternativas muy ilustrativas de lo que hacen los adivinos sin tener que recurrir a la suposición de que realmente adivinan algo. Por si eso fuera poco, algunos supuestos de algunas “ciencias ocultas” contradicen principios elementales de la física.
¿Qué garantías hay de que realmente “adivinen”? La respuesta es ninguna. Es posible que no podamos demostrar que el tarot no funciona, pero tampoco podemos demostrar que el Yeti no existe. Ahora, ante la siguiente pregunta… ¿Qué garantías dan los adivinos? La respuesta es ninguna. ¿Qué explicación les parece más probable? Probablemente en la mayoría de los casos (seguramente todos), lo que ocurre entre el adivino y el cliente es producto de la imaginación del cliente, y puede que también de la del adivino (ya que es posible que el adivino se crea también que su método funciona aun sin ser así realmente).



Efecto Barnum y otras historias para no dormir

¿Alguna vez habéis leído vuestro horóscopo? A veces parece que acierta, ¿verdad? ¿Funcionará o no funcionará? ¿De verdad se pueden hacer predicciones en la vida usando la astrología?



Yo no os voy a contestar a esta pregunta, pero lo que sí voy a hacer es daros una explicación alternativa. A veces es cierto que puede parecer que el horóscopo “acierta”. Pero nos puede parecer que acierta por otro motivo. Por el efecto Barnum.
¿Qué es el efecto Barnum? Al leer ciertas frases que describen aspectos de la personalidad que son comunes a cualquier persona, es muy posible que los tomemos como propios. Así, estas frases causarán el efecto en mucha gente de asumirlas como propias con facilidad y dar la apariencia de que quien las dijo acertó de lleno al hablar sobre nosotros. Esto es el efecto Barnum. En este vídeo
se hace una demostración excelente de este efecto.
Podéis probar a hacer vosotr@s algo parecido. Haced uso de vuestra imaginación.

La astrología no es lo único que tiene explicaciones alternativas a las que nos ofrecen quienes sacan dinero de aplicar estos métodos pseudo científicos. El mismo autor de este vídeo nos habla de cómo algunos fenómenos de nuestro tiempo como “el poder mental de algunas personas” pueden encontrar explicación en el ilusionismo y la prestidigitación. Aquí tenemos un vídeo muy ilustrativo sobre el tema.

Y es que eso es lo que tiene la ciencia. Que es un buen método para acercarse mejor a la realidad, para poder así buscar explicaciones y utilidad de nuestro conocimiento. Muchas veces se pone en duda que el experimento sea importante para la ciencia. ¿Por qué no usar nuestro conocimiento que nos legó el abuelo de este señor y ya está? Esto es lo que proponen muchos a la vez que proclaman su disciplina como una ciencia. Estos dos vídeos (es uno en 2 partes) nos van ayudar a comprender la importancia que tienen los experimentos en ciencia. Aquí está la parte primera y aquí la segunda.

La conclusión que podemos sacar es muy clara. Nos pueden engañar intencionadamente con ánimo de lucro, con fantasías y cosas que nos prometen y no son ciertas. Además de los engaños intencionados que quieran hacernos para sacarnos el dinero, puede incluso que quien nos proponga una solución a nuestros problemas se crea lo que está haciendo. Y esto, puede que sea así en parte, por no ser conocimiento científico.
Una persona por ejemplo que echa las cartas, poca gente le va a decir abiertamente que se equivoca. Y los que lo dicen, se puede creer que es porque “tienen manía a estas cosas”. Pero los demás, los que están dispuestos creerlo y van a que les echen las cartas, no suelen decirle al que las echa que se ha equivocado. Reflexionan, y esas verdades aplicables a un montón de cosas de su vida, les buscan una correspondencia. Buscan una relación entre lo que les acaban de decir (recordemos barnum), y algo que encaje de lo que hay en su vida. Siempre es fácil encontrar algo. Y si no lo encuentran, bueno…un fallo lo tiene cualquiera. Pero la mayoría de las afirmaciones seguro que encuentran algo con lo que poder relacionarlo. Y como la persona que echa las cartas dé con algo clave, puede que el cliente se emocione. Al final la sensación para el que echa las cartas puede ser la de que su método “funciona de verdad” sin que esto sea realmente así.
O sea que tanto cliente, como la persona que administra el método no científico, pueden ser engañadas y estar jugando a un juego muy peligroso en el que incluso puede haber cosas que perder. La ciencia también se equivoca, pero a través del experimento se consigue un conocimiento más objetivo y se pueden evitar muchas de estas historias para no dormir.

Roles y la prisión de Stanford

¿Actuamos siempre igual o somos víctimas de las circunstancias? En la búsqueda del conocimiento sobre cómo las circunstancias nos afectan, se hizo una experimento muy llamativo. Tanto que se hizo una película del mismo. Un experimento que es toda una leyenda dentro de las facultades de psicología...


<---Segunda parte del texto --->

Bueno, mientras esperamos en vilo el siguiente post de Fernando, que promete ser muy interesante, voy a poner aquí un comentario sobre un experimento que estuvo rodeado de gran polémica en su día.
Me estoy refiriendo al experimento que llevaron a cabo en la prisión de Stanford. Se hizo en una cárcel "de mentira" que había debajo de la universidad.
Era un experimento para estudiar la influencia de los "roles" en el comportamiento. Un rol es un "papel social", por explicarlo de forma que se entienda bien. Es decir, que un padre, tiene el papel social de padre. Un marido/mujer tiene el papel de marido/mujer. Y en nuestra sociedad, eso significa cumplir con unos requisitos del guión. Por ejemplo, ser fiel con nuestr@ mujer/marido.
Según los diferentes papeles que desempeñemos en las diferentes situaciones, los demás esperarán que cumplamos en parte ese rol socialmente establecido. Así, nuestr@ mujer/marido esperará que seamos fieles con ella/él. En otras culturas, tal vez no lo esperen porque los roles son diferentes.
La cosa no es tan sencilla, tiene bastantes matices. Pero la idea general es esta.
Los investigadores que diseñaron este experimento querían ver hasta que punto los roles tienen influencia en nuestro comportamiento. Y a ellos les llamaba la atención los roles que se daban en las prisiones (guardas y prisioneros).
Así que lo que hicieron fue montar una prisión ficticia. Cogieron estudiantes de la universidad voluntarios para la actividad y tras estudiar que fueran personas clínicamente sanas, asignaron al azar la mitad al grupo de los presos y a la otra mitad al grupo de los guardias.
Los resultados y más detalles sobre el experimento aparecen bastante bien explicados en este video sobre el Experimento de la prisión de Stanford.
Lo cierto es que más que ser una prueba, es una historia para contar, ya que por razones morales no se ha vuelto a repetir. Así que no podemos saber hasta donde llega la influencia real de los roles. Pero lo cierto es que es bastante llamativo este experimento, y da que pensar.

¿Para esto sirve la memoria? (II): Por qué los leopardos pueden tener lunares

ResearchBlogging.orgContinúo (más bien inicio) el repaso por las ideas de A. M. Glenberg* acerca de la función de la memoria y su carácter corporeizado, profundamente ligado a las características del cuerpo físico que la produce y que interacciona con el entorno. En realidad, el alcance de la tesis de Glenberg va más allá del campo de la memoria, sale disparada como un cohete y golpea duramente en el núcleo más inexpugnable de la psicología, donde todavía quedan incluso algunos filósofos de salón debatiendo sin descanso: el asunto de la naturaleza de las representaciones mentales. O sea, qué tenemos en la cabeza exactamente cuando pronunciamos la palabra "sofá", y en qué se diferencia de lo que pensamos cuando decimos "sillón".

Semana de la ciencia

Estos días la ciencia está de celebración en diferentes ciudades españolas. Y es que vuelve un año más la "semana de la ciencia".

Podemos informarnos por internet para saber si se celebra en nuestra ciudad y dónde se celebra.
Aquí podemos encontrar un artículo sobre el tema. Se han puesto carpas en las diferentes ciudades o se han habilitado lugares, que hoy se parecen bastante a lo que es un "Museo de ciencia".
En algunas ciudades, empresas tecnológicas enseñan lo que hacen a través de experimentos sencillos. En otras como en Madrid, grandes entidades abren sus puertas para que podamos ver el trabajo que realizan. ¡No os lo perdáis! Enteraros de si se organiza algo en vuestra ciudad y acercaros a echar un vistazo :)
Me pregunto si habrá algo relacionado con la psicología en algún sitio para poder curiosear un poco. Recuerdo que Helena quería organizar algo para ir los del laboratorio y colocar un stand. A ver si un año os animáis Helena y compañía :)
Este año se han sumado a la celebración por lo visto bastantes ciudades. Se celebra en Madrid , Barcelona y las tres capitales vascas entre otras muchas.
En Bilbao han puesto una carpa hasta el día 10 al lado del Arriaga, por si tienes tiempo y ganas Fernando :)

Saludos

El observador

Hace poco nos contaba Fernando en psicoteca cómo estamos preparados para ver caras en seguida.
La cosa no acaba con las caras.



Lo cierto es que lo que se perciba tiene mucho que ver con el observador. Nuestro cerebro se encarga de procesar la información que recibe de los receptores y darles un sentido. Esto quiere decir que aquello de lo que somos conscientes es una construcción que pretende representar la realidad, sin ser ella misma.
Nuestra percepción se ve influida por el procesamiento que hacemos, debido en parte a nuestra experiencia previa.
Esto queda patente en algunas ilusiones vistas por aquí, como la de la ambulancia. O esta casa que se parece bastante a las que nos quieren endosar a los jóvenes :).
Pero sin duda una ilusión que merece la pena ver es esta que me he encontrado. Esta bailarina giratoria, no gira hacia ninguna dirección concreta. La dirección hacia la que gira depende del observador. De cómo procesa nuestro cerebro la información.
Cuesta cambiar la forma de verla, pero siguiendo las instrucciones que aparecen en este blog podemos verla girar hacia un sentido u otro dependiendo de “nosotros mismos”.
Al principio, la veremos girar en un sentido o en otro. Dicho sentido nos costará cambiarlo, sin embargo podemos lograrlo. ¿Cómo? Aprovechando los momentos de ambigüedad de la figura durante el giro. ¡Suerte y paciencia!


Comparaciones

En muchas ocasiones comparar puede ser útil. Sin embargo a veces puede hacer que lo bueno, no parezca tan bueno...

Comparar es algo muy natural. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez? Lo cierto es que nos gusta comparar. Quien lo hace mejor, quien llega el primero, como de grande es mi coche más que el de mi vecino…
Comparar tiene cierto sentido. No es lo mismo sacar un ocho en un examen si el resto de la clase suspendió, que si el resto sacó sobresaliente.
Y es que compararnos con los demás nos puede dar información. En este caso por ejemplo, sobre nuestro rendimiento y las circunstancias. La nota en sí tiene un cierto valor que se ve influenciado por la comparación de los demás. Así evaluamos las circunstancias, nuestro rendimiento y la nota en función de la situación.
La interpretación que se hace en un caso y en otro es bien distinta.

CONTRASTE PERCEPTIVO
Lo cierto es que el hecho de hacer una comparación puede influir incluso nuestra percepción. En el CD DE PSICOLOGÍA RECREATIVA del laboratorio de la Universidad de Deusto, podemos ver este efecto perceptivo.
Dentro del CD hay que entrar en “la ración era enana”. Así se llama este apartado que muestra como al comparar un objeto con otro en determinadas condiciones puede incluso sufrir una modificación nuestra percepción del tamaño.

HAZ LA PRUEBA CON EL GUSTO
Lo mismo ocurre con otros sentidos como es el gusto. Los contrastes pueden modificar nuestra percepción.
Consigue un tarro de crema de cacao, un yogur azucarado y uno natural. Come una cucharada de yogur natural y luego una de azucarado. ¿Sabe dulce el yogur azucarado?
Ahora come una cucharada de crema de cacao. Justo después come una cucharada de yogur azucarado. ¿Sigue pareciéndote igual de dulce?

PRUEBA CON EL TACTO
Puedes hacer la siguiente prueba con 3 recipientes. En uno pon agua caliente, en otro agua con hielos y en el tercero agua a temperatura ambiente. Mete la mano en el agua caliente y luego en el agua a temperatura ambiente. ¿Parece que está fría?
Ahora mete la mano en el recipiente de agua con hielos y justo después vuelve a meterla en el recipiente con agua a temperatura ambiente. ¿Parece ahora tan fría como antes?

Y A VECES EN NUESTRA VIDA
Y también comparamos en nuestra vida diaria. Me estoy acordando de un programa de la tele. Al final del programa se da una situación, en donde los concursantes están siempre entre dos premios.
Con números. Un concursante puede estar entre llevarse 60000 € o no llevarse nada. Este es un posible desenlace de dicho programa.
Otro posible desenlace es estar a punto de llevarse 60000 € o 600000 €. Son dos desenlaces perfectamente posibles.
Pues bien, aunque la persona se lleve 60000 € seguramente no tendrá la misma reacción cuando estuvo a punto de llevarse los 600000 que cuando estuvo a punto de quedarse sin nada. Y es que los 60000 son mejores o peores depende de con qué se comparen.

LOS VENDEDORES
Dicen que los vendedores usan la comparación en sus ventas. Yo lo cierto es que no encontré a nadie que lo hiciera. He oído historias, pero no he tenido contacto directo.
Un profesor de publicidad nos puso un ejemplo. Nos dijo que un vendedor podría enseñar malos productos y caros para más tarde enseñar un producto algo mejor y más barato. Tal vez se utilice, pero ya digo que no lo he encontrado…
Lo que sí he visto que suelen usar bastante es la comparación implícita. Es decir, que te enseñan un producto que no tiene gran calidad, pero sí parece tenerla por tener ciertas características comunes con otros artículos de mejor calidad. Así al pensar en la calidad y precio de estos productos hacemos una comparación que nos sugerirá el vendedor, con productos conocidos.

UNA REFLEXIÓN FILOSÓFICA SOBRE LA COMPARACIÓN
En muchas ocasiones comparar puede ser útil. Sin embargo en otras no sirve para mucho, y puede hacer que lo que tenemos, aun siendo bueno nos parezca malo. Depende de con qué lo comparemos, de nosotros mismos y la importancia que le demos. Un mensaje de optimismo: apreciemos las cosas que tenemos :)

Editado por Gilgamesh 02-11 a las 23:33.
He corregido unas cuantas erratas y un trozo de código desmandado que se le habían colado al autor.

¿Para esto sirve la memoria? (I)

ResearchBlogging.orgRecientemente escribí un post acerca de la perspectiva "corporeizada" de la cognición, que espero que al menos sirviera para que alguien se interesara por el tema tanto como yo. En dicho artículo mencioné reiteradamente el trabajo de Arthur M. Glenberg (por cierto, qué fotos pone este hombre en su web, tiene una pinta de simpático…) en Behavioral and Brain Sciences, con el sugestivo título de "What memory is for" ["Para qué sirve la memoria"]*. Como vi que mi post se alargaba y alargaba y quedaban tantas cosas por decir, me he decidido a volver sobre el tema, pero centrándome esta vez en resumir algo más detalladamente la propuesta de aquel artículo que tanto me llamó la atención. Vamos a saber, por lo tanto, para qué cree Mr. Glenberg que sirve la memoria (y otras cosas), y nos va a llevar un par de posts como mínimo. Con calma.