Charles Yang y la gramática chomskyana

Tal día como ayer tuve la oportunidad de asistir a una charla organizada por Ikerbasque Foroa (fundación dedicada a atraer al sistema científico vasco a investigadores de prestigio mundial), en la que el invitado estelar fue el lingüista norteamericano Charles Yang, de quien yo no había sabido nada previamente. Debo descubrirme ante el currículum de Yang: doctorado en ciencias de la computación en el MIT, profesor de lingüística en Yale, multitud de publicaciones avalando su calidad como investigador... Tampoco me ahorraría buenas palabras para describir sus habilidades comunicativas, ya que realmente disfruté su conferencia. Sin embargo, mientras la presentación avanzaba, no podía evitar tener esa sensación de que me están contando algo ya familiar y discutido, incluso creo que en algún momento eché el cuerpo hacia adelante, moviendo la cabeza en un gesto negativo, sin darme cuenta. Como advirtieron mis acompañantes, mi posición acerca del contenido de la exposición era de escepticismo y crítica. Por supuesto, llegó el turno de intervención del público y un servidor asistió al habitual intercambio de preguntas y repuestas sin atreverse a participar. En parte por vergüenza, en parte por miedo a meter la pata... Tómese el presente post como una muestra más o menos representativa de lo que me pasaba por la mente mientras Yang exponía, y que no me aventuré a manifestar en público. Pero además, es una excusa fantástica para dar algunos apuntes sobre la gramática según San Chomsky, perdón, según Noam Chomsky, que sin duda os parecerá mucho más interesante que mis cavilaciones personales.

El motivo de la visita del Dr. Yang era, como es habitual en este tipo de foros, la difusión de su último libro, "El don infinito", que trata sobre la adquisición del lenguaje en la edad infantil, y que puede que me anime a leer (dada la buena impresión que me causó su autor). Las investigaciones que Yang plasma en este libro se insertan, por lo que he entendido, en las apretadas filas de la teoría chomskyana del lenguaje.
Podría decirse que el programa de investigación iniciado por Noam Chomsky se asienta en las siguientes observaciones (y simplificando mucho):
-El lenguaje es una capacidad única y universal humana, destinada a la comunicación.
-Todo lenguaje natural humano implica una gramática compleja en la que elementos simbólicos (ej: palabras) se organizan para formar entes más complejos (frases). La gramática consistiría, pues, en un conjunto de reglas formales para organizar y transformar las palabras (ej: "Si X está en plural, entonces Y debe estar también en plural").
-Aunque las lenguas pueden parecer muy diferentes, hay una variabilidad limitada en sus aspectos más cruciales (por ejemplo, hay estructuras casi idénticas en lenguas no relacionadas).
-Los niños son capaces de aprender la lengua materna, dominando por tanto con maestría esas reglas tan complejas, en un tiempo muy reducido (antes de los 8 ó 10 años), y aparentemente sin esfuerzo.
-Ese aprendizaje se produce sin un adiestramiento explícito. Un niño no necesita clases de gramática para aprender a hablar correctamente su lengua materna, le basta con escuchar a los adultos mientras éstos se comunican para, a partir de esa información, deducir las reglas gramaticales de la lengua. Los chomskyanos aluden en esta situación a la "pobreza del estímulo", resaltando que el niño está expuesto a una estimulación (el habla compleja de los adultos) muy poco informativa acerca de cuáles son las verdaderas reglas formales que subyacen a ese habla. Esto invita a pensar que son los propios niños los que "buscan la gramática" en toda conversación a la que asisten.

Dado que el aprendizaje de la lengua materna es tan sumamente rápido y emerge de una manera tan natural en los niños, los chomskyanos concluyen que existe algo así como un "órgano del lenguaje", tan propio de nuestra naturaleza como nuestro brazo o nuestro hígado. Imagínelo el lector como un programa de software innato (es decir, ya instalado "de fábrica") que permite al niño trabajar con el input lingüístico (el habla compleja de los adultos al que el niño es expuesto), reduciéndolo a los únicos elementos relevantes de cara a aprender la gramática a partir de dicho input. Ese programa de serie, específicamente orientado al lenguaje, vendría a ser lo que llaman la "gramática universal". En las formas finales de la teoría de Chomsky, ese software con el que los niños vienen programados se conceptualiza en forma de parámetros, como por ejemplo: "La gramática que estoy escuchando, ¿permite omitir el sujeto en una frase"? Si el niño se está exponiendo al idioma español, pronto comprobará que la respuesta es "Sí", y añadirá esa regla a su dominio gramatical, mientras que si estamos hablando de un niño criado por angloparlantes, el parámetro tomaría el valor "No" (porque en inglés el sujeto siempre tiene que ser especificado en todas las frases). Con este programa en su repertorio innato, el niño sabe "dónde tiene que fijarse" en todo ese input complejísimo para entresacar la gramática de forma muy eficiente. Esa es su utilidad, y la razón por la que la selección natural se lo ha proporcionado. Hasta aquí mi apunte resumido e inexacto, para conocer más y mejor acerca de la lingüística chomskyana, remito al ameno libro de Steven Pinker, "El instinto del lenguaje", todo un best seller en su día y aún muy recomendable.

La aportación individual de Charles Yang a la lingüística chomskyana, o al menos la que él mismo resaltó en su presentación, es la siguiente: Dado que las gramáticas de todas las lenguas naturales son diferentes esencialmente en los valores de una serie limitada de parámetros (como el ya mencionado, que alude a la posibilidad de omitir el sujeto en la frase), algunos errores que los niños cometen cuando empiezan a hablar pueden interpretarse de una forma interesante: lo que es un error cuando hablo inglés (omitir el sujeto), puede ser perfectamente correcto en español. Por lo tanto, para un niño, aprender a hablar el inglés (como lengua materna) implica "desaprender" todas las lenguas que no son el inglés. Este proceso es contemplado desde un punto de vista selectivo, darwiniano: el niño, en sus primeras producciones de lenguaje, va probando distintos valores de los parámetros, encontrándose que unos son corregidos por los adultos (ej: "No se dice want cookies, se dice I want cookies") y otros no. Por lo que veo, el recurso a procesos de selección impersonal y ciega es todo un filón entre los investigadores que ya hemos comentado otras veces en Psicoteca (véase la selección neuronal de Edelman aquí, o las alusiones relacionadas con la adquisición de la fonética infantil aquí). Podría decirse que el niño viene al mundo no como una tabula rasa, con la mente vacía y dispuesta a llenarse de contenido, sino más bien al contrario, como un bloque de mármol presto a ser modelado mediante la eliminación del material innecesario, redundante, o inadecuado (no adaptativo, en suma). De nuevo, la potencialidad inmensa de esa riqueza innata se mencionó en uno de los posts previos en este blog, y es una visión que encaja con lo que sabemos acerca de la neurociencia del desarrollo cerebral. Y por cierto, aunque a alguno le duela, cuando algún científico recurre a procesos de selección del tipo que sea para explicar cómo emergen conductas u objetos complejos, me viene a la mente Skinner con su técnica del moldeamiento, pero no mentaré al demonio todavía ;-)

En resumen, puedo, llegado este momento, aceptar mucho de lo que desde el atril expuso el Dr. Yang. Sin embargo, me muestro reticente a comprar todo el lote, y me quedó la desagradable sensación de estar asistiendo por enésima vez a la exposición de las mismas ideas, a las que se ha replicado una y otra vez sin obtener respuestas satisfactorias. Por supuesto, no ignoro que tal vez el formato de la presentación y su público objetivo hayan conducido a simplificar sus ideas acerca del tema en la presentación, pero a falta de leer el libro completo, es esa presentación precisamente la que estoy valorando.
Mi principal reserva se basa en la poca parsimonia de la explicación chomskyana acerca de la adquisición del lenguaje, y en la poca disposición de sus seguidores a contemplar hipótesis alternativas mucho más sencillas, y a menudo evidentes. Valga como ejemplo de mis cavilaciones el siguiente razonamiento:
Bien, de acuerdo con que el input lingüístico administrado a los bebés es muy poco informativo gramaticalmente ("pobreza del estímulo"). Imagine el lector que pretendiera extraer las reglas gramaticales de un idioma desconocido a partir de la mera exposición a las conversaciones de sus hablantes, y se aproximará a la situación de un bebé que empieza a entender su lengua materna. Es tan difícil, aparentemente, como intentar descifrar los jeroglíficos de un templo egipcio a base de observar las variaciones de los dibujos entre una columna y otra. A pesar de ello, los niños adquieren el lenguaje sorprendentemente rápido. Esto es un hecho.
Si pensamos que los infantes disponen de algún tipo de mecanismo que les permite "reducir" ese input tan complejo a sus componentes relevantes de cara a la construcción de una gramática, podemos pensar en varias soluciones muy diferentes, en varias formas en las que esa reducción se lleva a cabo.
La propuesta de Chomsky alude, grosso modo, a una especie de "guía" que señala explícitamente a los infantes "dónde tienen que mirar" para descubrir los aspectos relevantes de la gramática (parámetros). Me viene a la cabeza la imagen de un bebé con una especie de "guía campsa" innata entre las manos. En esta guía, el niño podría leer: "atención, fíjate en si la última palabra de las frases interrogativas es el verbo o no". Y entonces, tras un cuidadoso chequeo del parloteo del adulto, ese parámetro adquiere el valor indicado para representar correctamente la gramática de la lengua materna. Apuntaría el niño en su guía: "en mi lengua materna, el verbo ocupa el último lugar en las preguntas".
Este mecanismo, la gramática universal innata y la búsqueda basada en parámetros, resuelve supuestamente el problema de la reducción del input, pero a la vez es insatisfactorio en varios sentidos. Por ejemplo, nadie nos dice de dónde sale ese software innato (se nombra a los "genes", a la biología, como si eso fuese una explicación y no una huída en toda regla), aunque hay notables aportaciones en este sentido. Y, ¿por qué hay un software específico e innato para aprender gramática y no para aprender otras cosas igual de adaptativas? Además, a lo mejor no basta con reducir el input lingüístico natural, y hay que complementarlo con fuentes específicas de información explícitamente gramatical. Se ha mostrado (Gold, 1967) que deducir reglas gramaticales complejas a partir del input lingüístico es una empresa prácticamente imposible sin contar con evidencia negativa. Es decir, que no sólo hace falta escuchar cómo se habla un idioma, sino también escuchar "cómo no debe hablarse"... y este tipo de feedback por parte del adulto es en realidad muy poco habitual. Este último escollo lo esquiva Yang, imagino, mediante ese recurso al carácter seleccional de la producción temprana de lenguaje: el niño prueba distintas variantes (distintos valores para los parámetros) y utiliza los que reciben feedback positivo. Pero el caso es que yo escucho a Yang y de nuevo me acuerdo de Skinner...

Las soluciones alternativas para "reducir" el input lingüístico pueden ser más satisfactorias que la chomskyana por una sola razón: son más sencillas, y por ello más elegantes. Cualquiera, excepto los adeptos de Chomsky, estaría más contento con una explicación que se limitara a los mecanismos generales del aprendizaje, que sirven tanto para aprender un idioma como para aprender a usar cubiertos, sin recurrir a un innatismo específico de dominio (sólo para el lenguaje). ¿Para qué hablar de gramáticas innatas, reglas formales universales, softwares misteriosos...cuando los procesos básicos del aprendizaje pueden dar cuenta de los mismos fenómenos? En ciencia, imperio de la navaja de Occam, las explicaciones más simples son las preferidas. Y en este caso, no veo la necesidad de complicarse la vida. Por ejemplo, Jeffrey Elman (1999) demostró cómo una característica infantil tan aparentemente irrelevante y por todos aceptada, como es la escasa capacidad de la memoria de trabajo, bastaba para conseguir que una red neuronal artificial "aprendiese" una gramática sencilla. Es algo que os contaré con detalle en otro post, pues ahora nos llevaría un espacio excesivo.

No voy a negar el importante papel de la gramática chomskyana, de la que Yang es exponente, en el surgimiento de la ciencia cognitiva moderna. La excitante propuesta de Chomsky contagió al mundo académico resultando en la efervescencia cognitiva de los años 60 y 70. Todos los psicólogos cognitivos recuerdan, como gran hito en su historia, aquella durísima crítica que Noam Chomsky dirigió a la obra "Verbal Behavior" (Conducta verbal) de B. F. Skinner. No tardaron en alzarse voces matizando el punto de vista del lingüista, y no sólo por sus agresivas formas sino también por el contenido. Cuando uno lee la crítica escrita por Chomsky y las mencionadas respuestas por parte de los psicólogos conductistas, salta a la vista que es el primero quien falla en su argumentación: por omisión de datos, por vaguedad discursiva, y por su tendencia a construir "hombres de paja". Da la sensación de que Chomsky nunca entendió esa obra de Skinner que estaba criticando de forma tan tenaz. No obstante, la opinión generalizada hoy en día en el gremio de los psicólogos es que Chomsky ganó la batalla. Tal vez merezca la pena revisar este asunto referente a la adquisición del lenguaje: ¿quién aporta más y mejor evidencia empírica? ¿quién argumenta más sólidamente? Y... ¿Para cuándo la revancha?

(Fuente de las imágenes: Librería Amazon; Simonsays.com)

15 comentarios:

Fernando Blanco dijo...

Añado en este comentario que un post apresurado y con este enfoque tan personal y de brocha gorda no hace justicia al tema de la gramática generativa de Chomsky (ni a sus críticas), así que no hace falta que me digáis que he simplificado mucho y he sido inexacto en muchos puntos: yo mismo lo reconozco.
Otro día, con más calma, me pondré a escribir algo más completo y correcto. Mi mensaje general es que Chomsky sigue siendo muy, muy influyente en la psicología cognitiva, cuando ya va siendo hora de que pensemos alternativas... ¡y a lo mejor resulta que las alternativas estaban ahí desde mucho antes!

Javier Chacón dijo...

La verdad el innatismo del lenguaje nunca me ha convencido. Es obvio que el cerebro está preparado para aprender lenguaje, sí, y otras cosas. Pero tampoco se puede usar eso para explicar lo que no se entiende, acudiendo al cerebro para justificarlo todo. Se dice que el cerebro tiene una gramática universal y que se elimina lo que sobra, pero de la misma forma podría ir desarrollándose según se aprende, el cerebro sólo tendría la maleabilidad necesaria para desarrollarse aprovechándose de los estímulos, la sociedad y la cultura. Si al niño le valiera con oír para aprender a hablar, los tendríamos a todos escuchando continuamente cintas con montones de lenguas, pero para aprender una lengua hace falta un acto comunicativo real donde se asocie lenguaje/mundo, lo que dicen/lo que pasa, lo que digo/lo que genera.

Las similitudes entre lenguajes no tienen por qué ser tanto debidas a innatismos o gramáticas universales, sino a que todas las lenguas provienen seguramente de una única que se fue "deteriorando" y adaptando a las necesidades y dando lugar al Babel actual (el famoso indoeuropeo).

Posteriormente Bruner hizo estudios en los que, desde mi humilde punto de vista, mejoraba a ambos Chomsky y Skinner. Según Bruner esas reglas y estructuras se aprenden también, con juegos sociales que aparecen en todas las culturas de unas formas u otras, empezando por lo más simple, estructura planteamiento/desarrollo/desenlace, y haciéndose más complejas de forma progresiva. Y no considero que fuera tal cual contrario al punto de vista de Skinner, al final no deja de ser un depurado condicionamiento, pero explicaba o al menos describía mejor los mecanismos observables de adquisición y enseñanza, donde el niño es activo y hace algo más que oír. Desde luego, resulta más práctico a la hora de enseñar lenguaje que la teoría de Chomsky.

Por cierto, no estoy del todo enterado, pero me parece que por la teoría Chomsky deja un poco de lado el lenguaje no verbal. Resulta siempre como si el lenguaje fueran sólo palabras y normas gramáticas.

Anónimo dijo...

Tenías que haber preguntado Fernando :) A ver si te animas y escribes algo sobre el debate entre Skinner y Chomsky, tan clásico y conocido por todos los psicólogos, y al mismo tiempo tan desconocido.

Anónimo dijo...

Buen post, como siempre.
Sinceramente, no termino de entender muy bien qué razones (científicas) hay para que tengamos que polarizarnos entre una teoría innatista y una ambientalista, y que la adquisición del lenguaje tenga que ser algo “blanco o negro”.

Por centrarme en uno de los puntos que ha destacado Gilgamesh, siempre me he llamado la atención, que la teoría chomskinana argumente que el lenguaje se “adquiere” muy rápido y que por lo tanto resulta implausible sostener que se aprende. Es decir, que es poco probable que todos y cada uno de los elementos de la gramática de cada idioma se puedan aprender durante la vida de cada individuo. Y sin embargo, la alternativa que plantean es que esos elementos se adquieren en la historia de la especie, es decir, que las presiones de supervivencia han moldeado nuestros cerebros respecto a todas y cada uno de esos elementos que son tan presuntamente imposibles de aprender.

Puestos a proponer hipótesis, todas son válidas, pero siempre hay que recordar que hasta que no se demuestren son sólo eso, hipótesis. Y si parece poco plausible que las conductas complejas, como el lenguaje, se adquieran durante la vida de los individuos, me parece a mí que es incluso más improbable que cada uno de esos sutiles aspectos se haya seleccionado a través del lento proceso de eliminación evolutiva. Eso implicaría, simplificando mucho, que cada una de las presuntas gramáticas innatas se seleccionaron, por ejemplo, “gracias” a la muerte de los sujetos que no conjugasen los verbos correctamente. Y así con todos los intrincados aspectos del lenguaje, en menos de dos millones de años, con un grupo humano muchísimo más reducido que el actual (lo que limita las posibilidades de variación y selección) y paralelamente para varios grupos distintos de lenguas. Eso sí es rapidez, si tenemos en cuenta los cánones de la evolución.

Por otra parte, y puestos a elegir entre hipótesis, me parece que la hipótesis ambientalista es mucho más sencilla de falsar. Es más fácil realizar experimentos sobre las condiciones de vida de un sujeto que remontarse a la historia evolutiva de la especie, creo yo.

Como siempre, la realidad es más compleja que el blanco y el negro, y la explicación completa de éste o cualquier otro aspecto del comportamiento necesariamente implica elementos genéticos y aprendidos. Por supuesto, aún asumiendo que la explicación del papel de los aprendizajes es sólo una parte, es una parte importante y puede realizar, como de hecho está haciendo, importantes contribuciones a la explicación y a la intervención psicológica.

Os dejo algunas referencias sobre el tema:

A Review of B. F. Skinner's Verbal Behavior. Noam Chomsky
In Leon A. Jakobovits and Murray S. Miron (eds.), Readings in the Psychology of Language, Prentice-Hall, 1967, pp. 142-143
http://www.chomsky.info/articles/1967----.htm

McCorquodale, K. (1970). On Chomskýs review of Skinners verbal behavior. Journal of Experimental Analysis of Behavior, 13, 83-99.
Traducción no oficial:
http://www.conducta.org/articulos/chomsky_skinner.htm

De La Casa, L. G., Sánchez, N. y Ruiz, G. (1993). Chomsky contra Skinner: La polémica que nunca existió. Revista de Historia de la Psicología, 14 (3-4), 361-374.

Peña, T. y Robayo, B. (2007) CONDUCTA VERBAL DE B. F. SKINNER: 1957-2007 Revista Latinoamericana de Psicología. volumen 39, No 3, 653-661
http://pepsic.bvs-psi.org.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-05342007000300023&lng=pt&nrm=is

Un resumen sobre Conducta verbal (en inglés)
http://en.wikipedia.org/wiki/Verbal_behavior

Fernando Blanco dijo...

¡Hola Pasabaporaquí!

Bueno, yo tampoco me apunto al "blanco-y-negro" en cuanto al debate innatismo vs. ambientalismo, principalmente porque para poder aprender algo primero hay que contar con estructuras o capacidades previamente adquiridas o en último término instaladas "de serie" (y ese sería sólo el más simplón de los argumentos). Además, no seré yo precisamente quien le quite peso a los condicionantes biológicos en el aprendizaje: Si aprendemos las cosas que aprendemos y de la manera en que lo hacemos es, entre otras razones, porque contamos con un cerebro y un cuerpo con unas características muy concretas, y tanto el cerebro como el cuerpo nos vienen dados.

Pero no es sólo el innatismo lo que presenta problemas, a mi juicio, en la propuesta chomskyana. Hay mucho más que discutir, como por ejemplo los presupuestos filosóficos que sesgan toda la propuesta: en ocasiones la teoría de la "gramática universal" ¡me parece directamente infalsable! No hay más que ver las reacciones de los chomskyanos ante las evidencias en su contra presentadas por otros lingüistas, como Lakoff.

No, no me contentaría con reducir esto a un debate ambiente-innatismo. En mi post, muy tímidamente, pretendía dejar caer que:
1. La lingüística chomskyna sigue con buena salud, a pesar de toda la evidencia en contra que sigue creciendo, y de las propuestas alternativas.
2. La sensación generalizada en el campo de la psicología cognitiva es que nadie ha contradicho a Chomsky convincentemente (y eso no es cierto).
3. Hay teorías alternativas que explican tanto o más que Chomsky y los suyos, y cuentan con una ventaja que nadie debe pasar por alto: La parsimonia. ¿Para qué postular módulos mentales o instintos o lo que sea, cuando nos vale con lo que ya sabíamos desde hace tiempo?

Es muy posible que las reglas generales que rigen todo aprendizaje sirvan también para el lenguaje. Si esto es así, tal vez no haya que esperar una nueva revolución científica para que nuestro conocimiento del lenguaje avance con respecto a las ideas de Chomsky. Las hipótesis alternativas, preferibles por su sencillez y tal vez incluso por su potencia explicativa (no digamos por sus asunciones filosóficas), estaban ahí antes de que llegase Chomsky. Las tenemos en Skinner, por ejemplo (y lo menciono por ser la "víctima" imaginaria en la sucesión de acontecimientos que la mayoría de los psicólogos tiene en mente), y desde entonces han avanzado mucho. Pero es como si nadie se hubiera dado cuenta, hay una inercia generalizada en la Psicología cognitiva actual que conduce a chocar una y otra vez con el monolito de la gramática universal innata. Me habría gustado saber qué opina el Dr. Yang de algunas de las críticas que se han hecho a la teoría de Chomsky desde todos los ámbitos (empírico, psicológico, filosófico...).

Gracias por la visita, y gracias también por contribuir con las referencias que has citado, que como siempre serán de mucha utilidad para todos.

Anónimo dijo...

Fernando, a ver si te animas a escribir sobre esas propuestas alternativas y las evidencias que las respaldan. Yo creo que puede ser muy interesante.

Anónimo dijo...

Hola!

Creo que hoy nadie se apunta al todo o nada, no dudo por otras conversaciones que hemos tenido de que tu postura es bastante centrada en este asunto.

Me refería más bien a los chomskianos, que parecen ser los únicos que siguen manteniendo un innatismo tan extremo. Y tan difícil de falsar experimentalmente, como dices. Desconozco las críticas de lingüistas a las que te refieres, pero sí había escuchado los tirones de orejas que habían recibido desde el evolucionismo, de personajes tan solventes como Dennet o Maynard Smith (un poco en la línea de lo que comentaba en mi respuesta anterior). Tampoco es pequeña la evidencia empírica sobre la influencia del aprendizaje en el comportamiento verbal (ver por ejemplo http://en.wikipedia.org/wiki/Verbal_behavior#Research_and_theory) y su utilidad aplicada. Ver por ejemplo el libro “The verbal behavior approach”: http://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=aWbNEfZB8R4C&oi=fnd&pg=PA9&dq=tact+mand+grammar+child&ots=Si78Ol7pDy&sig=mf1OYERQpzXfsVL8kXOXMGUxYNg#PPA9,M1

Y sin embargo, los puntos que mencionas son completamente ciertos: parece que la gramática generativa sea la única explicación posible y que rebatirla es ser un “ambientalista simplista”. Por eso dejaba entrever que en mi opinión no hay razones científicas para defender esta postura, sino que los motivos deben ser más bien de otro tipo. Y es que me parece a mí que la evidencia está un poco fuera del debate que plantean esta gente, tanto la psicológica como la biológica. Es como si por principio una hipótesis que apela a una complejidad misteriosa de base tuviese una mejor aceptación de partida. Y no sólo eso, sino que desafiarla es como un ataque.

Por eso estoy de acuerdo contigo en que el núcleo de la teoría es prácticamente infalsable, porque creo que no se trata de una cuestión empírica sino de un axioma. El resto de las afirmaciones que se pueden traer a lo empírico son por lo general auxiliares a este núcleo, y si se ven comprometidas no derrumban la teoría por completo; por lo que el núcleo se puede volver a utilizar para invocar de nuevo las hipótesis auxiliares.

Por ejemplo, Chomsky viene insistiendo desde el principio en que no hay aprendizaje explícito del lenguaje la gramática. Esto es una de las hipótesis de lo que sería el “cinturón defensivo” de su teoría, en la terminología de Lakatos. A poco que se diseñe un experimento, o incluso una observación controlada de un niño que aprende a hablar y un cuidador, se ve perfectamente que se está produciendo un feedback continuo entre uno y otro. Y así se puede demostrar con otras muchas influencias derivadas del aprendizaje.

Ver para una revisión, p. ej. Greer, R. D. (2008). The Ontogenetic Selection of Verbal Capabilities: Contributions of Skinner’s Verbal Behavior Theory to a More Comprehensive Understanding of Language. International Journal of Psychology and Psychological Therapy 8, 3, 363-386
http://www.ijpsy.com/ver_archivo.php?volumen=8&numero=3&articulo=211&lang=EN

Pero claro, este tipo de evidencia no llega a socavar el punto de partida fundamental: que hay una gramática innata y complejísima. El problema es que ninguna demostración empírica podría. Y así pueden volver a la carga una y otra vez.

De todas formas, tengo cierto optimismo científico (no sé si justificado, dado el panorama en los últimos 50 años), y pienso que al final estas cuestiones se resolverán en el terreno de lo empírico. Al fin y al cabo, hay que recordar que los lingüistas no son psicólogos ni biólogos y no tienen por qué saber sobre cómo hacer experimentos sobre la adquisición del lenguaje o la identificación de su sustrato fisiológico. La acumulación de evidencias en ambos campos acabará por dar sus frutos. Pero si sus especulaciones resultan atractivas a muchos psicólogos, será por alguna razón. Creo que debemos preguntarnos: 1) si las alternativas tienen la suficiente credibilidad y 2) por qué esas consideraciones al margen de lo empírico resultan tan atrayentes para profesionales y estudiantes que, supuestamente, trabajan dentro el método científico.

En fin, reflexiones de domingo por la mañana.

Y por cierto, me apunto el primero al comentario de Héctor. Me gustaría mucho que expusieras el tema de forma tan amena y rigurosa como haces siempre.

Saludos!

Fernando Blanco dijo...

Bueno, chicos, con tanta invitación al final no podré negarme: habrá que escribir ese artículo de crítica más exhaustiva a la propuesta de Chomsky. Cuando saque algo de tiempo, me pongo a ello, prometido.

En cuanto a lo que ha comentado Pasabaporaquí, le voy a entresacar un fragmento: "el núcleo de la teoría es prácticamente infalsable, porque creo que no se trata de una cuestión empírica sino de un axioma. El resto de las afirmaciones que se pueden traer a lo empírico son por lo general auxiliares a este núcleo, y si se ven comprometidas no derrumban la teoría por completo; por lo que el núcleo se puede volver a utilizar para invocar de nuevo las hipótesis auxiliares."
Al leer esto, ¿nadie piensa en la tesis Quine-Duhem? ;-)
Esto no es jugar limpio.

Anónimo dijo...

Hola,

Bueno, no creo que sea justo derrumbar una teoría sólo porque la última de sus hipótesis no se confirme en algún experimento menor. Pero si juntamos la cantidad de evidencia en contra de la ineficacia del aprendizaje en la lengua y la gramática, la ausencia de evidencia confirmatoria psicológica o biológica y la dificultad de falsar el núcleo, creo que por lo menos podemos poner la teoría en cuarentena.

Y creo que además practican otra forma más de no jugar limpio: no definir claramente los términos empíricos. Podemos reconocer la elegancia formal de la lingüística de Chomsky, pero cuando llegamos al terreno de los experimentos, lo que en general se encuentra (vaya por delante que sólo conozco algunos y muy por encima) es que los comportamientos no están muy claramente definidos y que la metodología es bastante relajada. Así se hace difícil encontrar relaciones funcionales entre el lenguaje y el feedback de los adultos (máxime cuando no se están buscando).

Por eso me da la impresión de que más allá de las razones científicas hay otras. Y me atrevería a aventurar como hipótesis que en el caso de Chomsky hay un rechazo ideológico al ambientalismo. Chomsky es un conocido militante de izquierdas, y aunque es bastante polémico, reconozco que coincido con él en muchas de sus opiniones políticas. Mi opinión de andar por casa, por lo poco que he leído de él, es que identifica conductismo con fascismo. Le da mucha grima el “control de la conducta” que se propicia desde una perspectiva conductual. Siempre me ha chocado esta visión, pero hasta cierto punto es entendible.

Saludos!

Ramón dijo...

Pasabaporaqui, esa apelación a la ideología política no se sostiene. A la izquierda siempre le ha dado grima el innatismo ya que lo han identificado con totalitarismo. Te puedo asegurar que ser de izquierdas y hablar de herencia te convierte en un bicho raro en la mayoría de circulos progresistas, donde la cultura y lo aprendido es lo único que existe.

Después de leer este artículo y el siguiente a mi me surgen muchas dudas pero, en líneas generales, la teoría de Chomsky me sigue pareciendo acertada. Al menos en parte.

Que una teoría sea más económica que otra es un punto a su favor pero tampoco prueba nada.

A mi la idea de que una conducta compleja pueda venir "programada de serie", con su propia "circuiteria mental" me resulta muy difícil de asimilar. Las dudas se me pasan cada vez que pienso en los castores construyendo impresionantes obras de ingeniería de precisión milimétrica y estructura variable según el entorno sin que nadie se lo haya enseñado y sin ninguna cultura donde adquirirlo.

(Conste en acta que no soy psicólogo ni nada parecido así que mi opinión no vale un pimiento. Pero es un tema que me interesa mucho y quería participar)
Enhorabuena por el blog.

Fernando Blanco dijo...

Ramón, Pasabaporaquí:
Ramón incide en un punto que creo interesante: Pasabaporaquí no es el primero en establecer algún tipo de vínculo entre las teorías de Chomsky y su ideología política. Últimamente he estado leyendo "Philosophy in the flesh" de Lakoff y Johnson (1999) y ellos, curiosamente, también reconocen algún tipo de conexión entre las dos cosas.
En el fondo de la cuestión están las asunciones filosóficas de las que parte la teoría chomskyana, algunas de las cuales ya os he contado en el último post. Las posturas filosóficas, quizá, son el punto de partida tanto de la teoría científica como de la postura ideológica.

Chomsky es, básicamente, un neocartesiano. Comparte con Descartes varios elementos filosóficos, entre ellos:
-Dualismo: La mente y el cuerpo se rigen por leyes diferentes.
-La creencia en las "esencias". Hay algo que nos hace "esencialmente humanos" y que nos separa irremediablemente del resto de los seres. Chomsky niega nuestra naturaleza animal en mayor medida que los psicólogos evolucionistas como Pinker. Esa "esencia" está claramente en el mundo "de la mente", no en el mundo "corporal".
Como la mente es independiente del cuerpo, puede volar libre "sin ataduras terrenales" ni limitaciones corporales. Por eso el pensamiento y el lenguaje están expresados mediante leyes puramente formales, abstractas, no corporeizadas. Y esto permite que tengamos libre albedrío.
De ahí se sigue, según Lakoff y Johnson, que el sistema de gobierno más natural para el ser humano es el que dispense mayor grado de libertad: los gobiernos son vistos como inherentemente opresores, y la anarquía sería el ideal, sea en la práctica alcanzable o no.
Y podemos seguir haciendo lecturas de este tipo, aunque la verdad a mí me parece sacar los pies del tiesto. Pero si lo que nos hace humanos pertenece claramente al mundo mental, y éste está separado de la materia, entonces la propiedad privada y el acaparamiento de riquezas materiales no están en la naturaleza del ser humano. El capitalismo traiciona esa naturaleza.
Ya digo que me parece un poco fuera de lugar dar estos saltos mortales en el aire para analizar la ideología política de un científico, pero es cierto que se observa una coherencia imponente en el ideario de Noam Chomsky: tanto como lingüista, como filósofo, como político... el presupuesto del cartesianismo viene a explicar todo lo que ha salido de la cabeza de este hombre. Coherente y sólido como una roca en todas sus manifestaciones (filosóficas, científicas... y políticas).

Anónimo dijo...

Hola Ramón y Gilgamesh,

De acuerdo en que invocar a la ideología política en estas cuestiones hay que hacerlo con cuidadocon mucha facilidad.

Más allá de buscar identificaciones entre izquierdas y derechas con innatismos o ambientalismos, lo que quería recalcar es el hecho escueto de que a Chomsky le da grima el conductismo porque lo identifica con el control del comportamiento (¿=fascismo?). Esto es una opinión que yo le he leído, no recuerdo bien dónde, creo que en una recopilación de conferencias suyas.

Esto, creo yo, es un sesgo negativo a priori hacia el papel del aprendizaje, que tiene un papel centrela en las teorías conductuales.

De todas formas, estoy de acuerdo en lo que planteas, es difícil hacer relaciones simples entre ideología y la distinción ambientalismo - innatismo. A uno de los padres del conductismo, Skinner, se le ha calificado de ultra ambientalista. Sin embargo, algunos le han llamado casi fascista; sin embargo, otros después de leer su utopía Walden dos le llamaron anarquista.

No debe ser tan sencillo si se puede llegar a conclusiones tan dispares (y disparatadas)

Saludos!

P.D. Por cierto Gilgamesh, me quito el sombrero con el nuevo post sobre Chomsky, muy claro y con mucha información que desconocía.
Gracias!

Anónimo dijo...

Ejem, en el primer párrafo quería decir

"De acuerdo en que invocar a la ideología política en estas cuestiones hay que hacerlo con cuidado porque se puede uno salir del tiesto con mucha facilidad."

Asco de dedos!

Pablo C dijo...

Primero quiero comentar que me parece un tópico interesante, algo gastado, pero que como el Quijote, no para de sacar páginas enteras de comentarios y variopintas interpretaciones.Ahora, quería referirme a los siguientes párrafos:

“Podría decirse que el niño viene al mundo no como una tabula rasa, con la mente vacía y dispuesta a llenarse de contenido, sino más bien al contrario, como un bloque de mármol presto a ser modelado mediante la eliminación del material innecesario, redundante, o inadecuado (no adaptativo, en suma).”

Sinceramente, opino que en infinidad de ocasiones se ha hecho lo que considero una mala lectura, y esto podría deberse a la falta de preparación de Chomsky como biólogo, o derechamente a un sesgo o hierro personal del lector. Con esto me refiero a que la antinomia entre “tabla rasa y bloque de mármol”, es la que me parece de principio sutil, pero capitalmente equivocada; básicamente por que hablar un “bloque de mármol”, de inmediato da píe para interpretar la idea “chomskyana” como una visión absoluta e indeleble del proceso de aprendizaje gramatical. Para resumir cual es mi tesis o lo que yo entiendo como una correcta interpretación, deberíamos olvidar la dualidad ya expuesta, y empezar a pensar en algo como: “una masa con ciertas propiedades de adaptabilidad, heredadas genéticamente -por lo tanto no inmutables, si no que en continua evolución- a través del proceso evolutivo, que al interactuar indeleblemente en un proceso perenne y complejo con el medio ambiente conforman -en este caso- en lenguaje”. El problema, es que no es un proceso perceptible, en una o dos generaciones, si pensamos en cientos de miles de años que lleva evolucionando el lenguaje, se nos aclara un poco el panorama; y si a la vez comprendemos que nuestra capacidad de percepción y aprendizaje suele estar influenciada por la propiocepción de nuestra – finita y nimia – existencia, más claro se hace que la idea de tratar de explicar algo por un proceso de miles de años, se nos hace my árida.

Ahora agrego para responder la pregunta de : ¿por qué hay un software específico e innato para aprender gramática y no para aprender otras cosas igual de adaptativas?, que la pregunta de per se me parece asentada en una falsa premisa, y es la de que no existen otros mecanismos humanos que a través de un proceso de selección natural, hayan adquirido formas de aprendizaje diferencias. En términos prácticos, podemos argüir que si nuevamente dejamos de pensar aquella dualidad, en la que o se aprende de una forma, o se aprende de otra, irrevocablemente, y pensamos en que es básicamente un proceso conexo, concluiremos que todo proceso de aprendizaje tiene sus matices y sus particularidades, genéticamente heredadas, obviamente, por que todo lo “material y corpóreo”, que compone al ser humano que es el responsable de los demás procesos, viene de la misma base.

Pablo C II parte dijo...

Francamente, he llegado a pensar incluso, que Descartes separo tan tajantemente “cuerpo y alma” (o mente o como usted prefiera), en este tan cacareado dualismo, solamente para sacarce de encima al clero, y poder pensar en paz. Cosa útil para el periodo, pero que le cerro las puertas a la neurociencia por décadas, por tratarse de asuntos “intangibles e inaccesibles para la ciencia”, cuando en estricto rigor, todos los avances en neurociencia apuntan a que todo lo conocemos por “mente”, es en realidad un cumulus de procesos físicos, y bioquímicos cerebrales.

Para terminar, esta última afirmación, me parece incluso un poco soberbia:“Por ejemplo, nadie nos dice de dónde sale ese software innato (se nombra a los "genes", a la biología, como si eso fuese una explicación y no una huida en toda regla), aunque hay notables aportaciones en este sentido”.Mencionar tan vagamente, los “notables aportes en este sentido”, y descartar de facto todo el incipiente trabajo, no tan solo en biología, si no que en las ciencias en general – máxime en neurociencia-, como argumento o explicación para los fenómenos del aprendizaje, se me presenta tan inocente, como si al tratar de explicar el origen material de cualquier cosa, usted descartara los átomos por considerar que no se puede explicar a cabalidad y taxativamente de donde salieron esos presuntos átomos;suceso para el cual existen, no solo notables trabajos por ahí y por allá (y que por alguna extraña razón, quedan considerador solo como “trabajos”, y no como “evidencia” de una u otra cosa), sino que considerable evidencia de tal realidad.

Así concluyo, este extenso comentario, dando las gracias por si alguien se tomo la molestia de leerlo. Saludos