Un ratón corriendo sobre otro ratón

El estudio de las capacidades de orientación espacial y de navegación en animales es todo un clásico de la psicología, especialmente en el campo de la psicología del aprendizaje. En general, nos interesa averiguar cómo los animales (incluidas las personas) aprenden a orientarse en el espacio, ya que en principio podrían existir muchas formas de hacerlo. Por ejemplo, ¿tal vez guardamos una especie de "mapa" mental del escenario en nuestra cabeza? ¿O seguimos alguna pauta mecánica para dar con lo que buscamos? ¿Quizá sólo recordamos posiciones relativas a algunos puntos de referencia (como por ejemplo una tienda, una torre...)?

Con el objetivo de comprender este fenómeno, los psicólogos han inventado diversos tipos de "laberintos" (algunos se parecen realmente a laberintos tradicionales, y otros no tanto). Estos laberintos han servido de escenario para las alocadas carreras de distintos animales, pero especialmente los ratones y ratas (por sus características, son las especies más apropiadas para el estudio del aprendizaje espacial). A continuación voy a haceros un breve repaso por los tipos de laberinto más comunes o más curiosos, incluyendo uno, el último de todos, que he conocido muy recientemente y que da título al post.

Nuevo sistema de comentarios en Psicoteca

Quiero aprovechar para comunicaros que he cambiado el sistema de comentarios del blog, adoptando la herramienta IntenseDebate. En los últimos posts hemos podido disfrutar de discusiones muy interesantes pero con tantísimos comentarios y participantes que finalmente se volvía un lío. ¿A que no es la primera vez que oís eso de "esta discusión se está yendo por otros derroteros", o "quizá deberíamos empezar otro post para seguir con este tema"?

Magia y cerebro o cómo Tamariz engaña a nuestras neuronas

Recientemente los chicos de Psicoteca publicaron un par de artículos relativos a la magia y el estudio del cerebro y justo por esas fechas apareció un artículo en Nature Neuroscience Reviews muy interesante firmado, entre otros por James Randi y Susana Martínez-Conde (podéis descargar el artículo aquí). El artículo propone que las neurociencias se pueden beneficiar del estudio de cómo los magos realizan sus trucos y de cómo éstos son percibidos por el público. A partir de aquí ruego a aquellos que no quieran que les desvele algunos trucos que se abstengan de seguir leyendo el apunte. A los que continúen con la lectura les recomiendo que a medida que vayan encontrando los enlaces en el texto vayan accediendo a ellos.

La ciencia en España no necesita tijeras

Aunque ahora resido en el extranjero (estoy exiliado, dirán algunos) y no me encuentro puntualmente al día de la actualidad en España, sí que ha llegado a mis oídos, si acaso retrasado por la distancia, el ruido producido por la anunciada medida de recortar el gasto español en I+D en los próximos presupuestos. Una reducción de nada menos que un 37% con respecto al año pasado, se llegó a detallar.
Siendo justos, debo señalar que la medida no ha sido aprobada todavía, y apostaría a que ese escandaloso porcentaje se verá aminorado en cierta medida debido a la necesaria negociación de los grupos parlamentarios con este gobierno en minoría. Pero en cualquier caso las declaraciones y actitudes de nuestros políticos no auguran nada bueno al respecto. Es por eso que la indignación ciudadana debe hacerse notar, y los bloggers españoles estamos poniendo nuestro granito de arena, con Javi Peláez (La Aldea Irreductible) en vanguardia: aquí tenéis los detalles de la iniciativa.
Podría dar mil argumentos para oponerse a un recorte semejante en el sector de I+D en nuestro país, pero otros lo han hecho antes que yo, y seguramente de manera mucho más clara y contundente de lo que yo sería capaz de expresar (aquí os dejo unos ejemplos que debéis leer: uno, dos, tres). Sin embargo, no voy a abstenerme de hacer mi comentario.