El tiempo voló: me lo debo de haber pasado bien

Artículo escrito por Leyre Castro, profesora de la Universidad de Iowa, sobre la percepción del tiempo (anteriores entregas aquí y aquí).


ResearchBlogging.orgUn último apunte, por mi parte, sobre los sesgos a la hora de estimar el paso del tiempo.
En el primer post de esta serie, Héctor mencionó que "cuando lo estamos pasando bien, por ejemplo, o distraídos con algo que nos gusta, el tiempo vuela literalmente".
Cuando esto ocurre, la experiencia es muchas veces positiva, pero parece que lo realmente necesario es que estemos muy atentos e inmersos en la tarea, sea charlar con los amigos, arreglar un grifo o aprender a manejar el nuevo iPad. Independientemente del valor hedónico o de la complejidad de la experiencia, cuando estamos realmente concentrados en ella, el tiempo se percibe que pasa más rápido (Chaston y Kingstone, 2004).
Pero, sí, es verdad que cuando disfrutamos, el tiempo vuela. Lo interesante es que lo contrario también parece ser cierto: cuando el tiempo pasa muy rápido, inferimos que es porque nos lo hemos pasado bien.
Esto es lo que descubrieron Sackett y sus colaboradores (2010) al estudiar qué sucede cuando a la gente se le hace creer que el tiempo ha transcurrido más rápido, o más lento, de lo que ha transcurrido en realidad.


En un primer experimento, un grupo de participantes recibió un texto en el cual tenían que encontrar y subrayar palabras con letras dobles (por ejemplo, apple o grammar, en inglés). Una tarea no especialmente interesante o entretenida, la verdad sea dicha. Por supuesto, relojes, móviles y demás tenían que depositarse a la entrada del laboratorio, supuestamente para evitar distracciones.
La actividad duró 10 minutos para todos pero, al finalizar, a unos se les dijo que habían transcurrido 5 minutos y a otros que habían transcurrido 20. Después, todos tenían que evaluar qué tal lo habían pasado. Aquellos a los que se les dijo que habían transcurrido 20 minutos (cuando habían sido sólo 10), evaluaron la tarea como más agradable. Parece que en esta situación uno piensa "vaya, qué cortos se me han hecho estos 20 minutos" y, como consecuencia, infiere que lo que ha estado haciendo es placentero.
Según Sackett, cuando el tiempo percibido es más rápido o más lento que el tiempo real, resulta sorprendente. Y las personas tendemos a buscar la causa de aquello que nos desconcierta. La idea de que cuando lo pasamos bien el tiempo vuela es tan popular que, cuando el tiempo pasa más rápido de lo esperado, ésta es la primera causa que se nos ocurre.
Pero, ¿y si disponemos de causas alternativas?
Sackett volvió a dar los textos para subrayar a otro grupo de participantes. Esta vez tenían que ponerse unos auriculares mientras realizaban la tarea. Igual que antes, la duración real era de 10 minutos para todos, pero al terminar a unos se les dijo que habían pasado 5 minutos y a otros que 20.
Además, antes de evaluar qué les había parecido, a la mitad de ellos se les dijo que un estudio reciente mostraba que el llevar auriculares podía hacer que el tiempo se sintiera pasar más rápido (o más lento). En esta ocasión, aquellos a los que se ofreció una causa alternativa, el tener los auriculares, no mostraron gran entusiasmo al evaluar la tarea. Es como si ya no tuvieran que hacer la atribución "el tiempo ha volado, me lo debo de haber pasado bien", sino que tenían una explicación alternativa: "el tiempo ha volado porque tenía puestos los auriculares".
Por tanto, cuando el tiempo se nos pasa muy rápido tendemos a considerar grato y divertido lo que estábamos haciendo (incluso cuando realmente no lo es), a no ser que podamos atribuir la distorsión temporal a alguna otra causa.
Así que, si la vida se nos pasa en un soplo, pues será que la hemos disfrutado. Como dijo Marco Aurelio, "la vida es lo que nuestros pensamientos hacen de ella".

Referencias:
Chaston A, & Kingstone A (2004). Time estimation: the effect of cortically mediated attention. Brain and cognition, 55 (2), 286-9 PMID: 15177797
Sackett, A. M., Nelson, L. D., Meyvis, T., Converse, B. A., & Sackett A. L. (2010). You're having fun when time flies: The hedonic consequences of subjective time progression Psychological Science, 21, 111-117 : 10.1177/0956797609354832