¿Funcionan los métodos de Supernanny?

En los últimos tiempos hemos podido ver por televisión programas de lo más curiosos. Todo sea por entretener a la audiencia. Lamentablemente, en muchas ocasiones la calidad de los contenidos no se corresponde con lo que sería de esperar.

Aspectos sobre el comportamiento humano, o herramientas que tienen que ver con el mismo, aparecen una y otra vez en los medios. Aunque no siempre las cosas son lo que parecen ser.

Así hemos podido asistir desde nuestros hogares a programas de televisión en los que se usan “métodos infalibles para decir si alguien miente o no”, o a tertulias en los que un grafólogo es consultado para resolver las dudas de los colaboradores sobre la psicología profunda de alguien.

Así que no debería sorprendernos que determinadas herramientas, a pesar de no servir para mucho en realidad, se presenten en los medios como si de ciencia espacial se tratara.

Pero, ¿qué pasa con Supernanny? Sí, esa señora encantadora que es capaz de llegar a una casa y conseguir que el niño rebelde que allí vive empiece a comportarse de forma adecuada. La pregunta es, ¿funcionan los métodos de modificación de la conducta empleados por ella, o se trata de otro gol que nos ha metido la televisión?

La respuesta a esta pregunta la podemos averiguar leyendo a Zaida Robles Pacho y Estrella Romero Triñanes en un trabajo que llevaron a cabo en enero de este mismo 2011, donde revisan la evidencia disponible de los últimos 20 años sobre la eficacia de los programas de entrenamiento para padres destinados a mejorar la conducta de sus hijos.

¿Son eficaces entonces los métodos de entrenamiento para padres? Los autores de este trabajo llegan a la conclusión de que estos programas son eficaces efectivamente. Aunque habría que hacer una pequeña parada, para decir que la mayoría de los programas de los que habla el estudio son algo diferentes a los del show televisivo, ya que consisten la mayor parte de ellos en el entrenamiento de los padres en los principios que usa la propia Supernanny y no en una intervención en el propio domicilio. Pero lo que parece claro es que entrenar a los padres para educar correctamente a los hijos, tiene buenos resultados.

Ahora la pregunta que nos hacemos es…¿se mantienen los resultados conseguidos en el tiempo?
Las evidencias muestran que entrenar a los padres produce efectos sobre los niños y que además estos se mantienen en el tiempo, aunque de forma atenuada. Sobre todo el cambio es duradero en aquellos programas que implican a otros agentes del entorno del niño como los profesores, y en aquellos en los que se hace una intervención conductual añadiendo componentes de mejora de la comunicación y resolución de problemas.

Así que efectivamente, los padres bien pueden aprender a utilizar los mismos métodos que usa la famosa psicóloga de la tele, porque seguramente les vendrá bien.

Fuente:
Robles Pacho, Z. y Romero Triñanes, E. (2011). Programas de entrenamiento para padres de niños con problemas de conducta: una revisión de su eficacia. Anales de Psicología, vol 27, nº1 (enero), 86-101.

http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/167/16717018011.pdf

http://revistas.um.es/analesps/article/view/113511/107501

Nota: Entrada ya publicada en DivulgaUNED y Museo de la Ciencia.