Hoy dándole vueltas al coco, me he puesto a pensar en aplicaciones prácticas que pueden tener las ilusiones por sí mismas, además del interés que puedan tener para comprender el modo en que percibimos la realidad.
Así que he reunido algunos ejemplos. Uno es la magia, el ilusionismo. En parte nos podemos ayudar de ilusiones para conseguir crear un juego de magia.
Otra cosa que me ha venido a la mente es la arquitectura. Y es que para que un edificio nos de sensación de rectitud en sus columnas, puede ser de interés tener en cuenta ciertos efectos ópticos. Así nos lo contaban en esta entrada.
Otro ejemplo es el cine en 3d, donde todo lo que vemos es una ilusión de nuestro cerebro. O por ejemplo el sonido estéreo, no deja de valerse de nuestra capacidad para crear sensación de 3D a partir de dos fuentes de sonido diferentes.
Otra aplicación que se me ocurre es la de conseguir que nos echen más cantidad en la copa cuanto estamos en el bar, ya que si pedimos que nos echen el trago en vaso bajo y ancho, nos lo acabarán llenando más. Y todo gracias a la ilusión horizontal-vertical que conseguirá que la cantidad parezca menor. Incluso los camareros experimentados se confunden.
Y no hablemos por ejemplo del maquillaje de las mujeres, que puede mejorar su imagen en buena medida…aunque en este caso también con la ayuda de la informática...
Así que he reunido algunos ejemplos. Uno es la magia, el ilusionismo. En parte nos podemos ayudar de ilusiones para conseguir crear un juego de magia.
Otra cosa que me ha venido a la mente es la arquitectura. Y es que para que un edificio nos de sensación de rectitud en sus columnas, puede ser de interés tener en cuenta ciertos efectos ópticos. Así nos lo contaban en esta entrada.
Otro ejemplo es el cine en 3d, donde todo lo que vemos es una ilusión de nuestro cerebro. O por ejemplo el sonido estéreo, no deja de valerse de nuestra capacidad para crear sensación de 3D a partir de dos fuentes de sonido diferentes.
Otra aplicación que se me ocurre es la de conseguir que nos echen más cantidad en la copa cuanto estamos en el bar, ya que si pedimos que nos echen el trago en vaso bajo y ancho, nos lo acabarán llenando más. Y todo gracias a la ilusión horizontal-vertical que conseguirá que la cantidad parezca menor. Incluso los camareros experimentados se confunden.
Y no hablemos por ejemplo del maquillaje de las mujeres, que puede mejorar su imagen en buena medida…aunque en este caso también con la ayuda de la informática...
¿Y los carteristas? Ellos saben muy bien cómo engañar nuestro sentido del tacto o justificar sus movimientos para no levantar sospechas, igual que un mago. Pero esta vez con el fin de levantarnos la cartera. Hay un ilusionista que en su espectáculo simula ser un carterista, y es capaz de quitarle a alguien una corbata bien anudada al cuello sin que se entere.
¿Y a vosotros? ¿Se os ocurren más ejemplos? Si es así escribid en comentarios lo que os venga a la cabeza, seguro que nos resulta interesante al resto. A ver qué ideas aparecen…
¿Y a vosotros? ¿Se os ocurren más ejemplos? Si es así escribid en comentarios lo que os venga a la cabeza, seguro que nos resulta interesante al resto. A ver qué ideas aparecen…