Existen ejercicios bastantes populares que demuestran que nuestra coordinación motora tiene ciertos límites.
"-Siéntese, alce el pie derecho y empiece a moverlo en el sentido de las agujas del reloj.
-Mientras que está haciendo este movimiento, mueva la mano derecha en un sentido contrario a las agujas del reloj."
En cuanto lo haga, comprobará que el pie empieza a moverse en la misma dirección que la mano. Puede intentarlo cuantas veces quiera, pero sólo unas pocas personas, con la práctica y a través de algunos trucos pueden hacerlo.
Si queremos aumentar la dificultad del ejercicio para que aún menos personas lo logren, hagan lo mismo que antes, pero en lugar de mover la mano en un sentido contrario a las agujas del reloj, muévanla como si estuvieran dibujando un “seis”.
La explicación de este curioso hecho se debe a que nuestro cerebro tiende a coordinar los movimientos de ambos lados del cuerpo de forma simétrica. De manera que los pies y manos del mismo lado del cuerpo tienden a hacer movimientos en el mismo sentido de forma normal. Mientras que los movimientos en sentido contrario no siguen esta coordinación natural.
Esto no ocurre, por ejemplo, con pies y manos de distinto lados del cuerpo y pueden comprobarlo con el siguiente ejercicio:
"-Siéntese, alce el pie derecho y empiece a moverlo en el sentido de las agujas del reloj.
-Mientras que está haciendo este movimiento, mueva la mano izquierda en un sentido contrario a las agujas del reloj."
¿A qué ahora no tiene ningún problema para girar la mano y el pie en direcciones contrarias?
La razón por la que es el pie el que cambia de sentido y no la mano se debe a la predominancia de la mano en el control motor. De hecho, en la región cerebral encargada del movimiento, la corteza motora primaria, la parte del cuerpo que predomina son las manos con una exagerada diferencia con respecto a las demás zonas del cuerpo.
En Medicina existe una graciosa representación para reflejar la porción de la corteza motora primaria que se encarga de cada área del cuerpo, esta representación se llama homúnculo motor (hay también otros tipos de homúnculos)
Aquí lo podemos ver:
Que, representado proporcionalmente en un cuerpo humano nos quedaríamos con este deforme personajillo:
Como ven, en cuanto a habilidad motora se refiere, somos casi todo manos y, en segundo lugar, cara. Y, en cuanto a pies se refiere, la habilidad motora es bastante escasa.
Probablemente conozcan más juegos dónde se intente ir en contra del patrón natural de coordinación motora del cerebro y las frustraciones de las que suelen ir acompañadas. Si quieren, comenten más abajo e iré haciendo una lista de aquellas que mencionen.
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Artículo sacado del blog médico MedTempus, podemos encontrar el original aquí.
4 comentarios:
Pues hay uno muy gracioso que me hacían de pequeño.
Hay que enfrentar los dos índices de las manos de manera que casi se toquen. Luego, se hace girar el índice derecho en el sentido de las agujas del reloj, y el otro índice al contrario. Pruébenlo, ya me dirán.
También está el típico de darse ligeros golpes en la cabeza con la palme de una mano y con la otra mano frotándose la barriga de manera circular. Al intercambiar las manos no hay manera de repetir bien el proceso.
Muy curioso el de los dedos, gracias por comentar proclamo ;)
Me gustaría ver la imagen sensitiva del los pies en el homúnculo.
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