¿Lanzarle una bomba a una persona, o lanzar a una persona sobre una bomba? Waldmann y el razonamiento causal bajo los dilemas morales

ResearchBlogging.orgMe agrada ver cómo de vez en cuando las cosas que estudiamos los psicólogos básicos se exportan a otros campos totalmente diferentes, con unos resultados sorprendentes. Es el caso de uno de los últimos trabajos del experto en aprendizaje causal Michael R. Waldmann (Waldmann y Dieterich, 2007), que pone en comunicación la teoría de los modelos causales (Waldmann, Hagmayer y Blaisdell, 2006) con la filosofía de la moral y los dilemas éticos. Ahí es nada.

Pongámonos en situación: Un tren descontrolado avanza a toda velocidad por una vía ferroviaria. Si no hacemos nada, arrollará a su paso a un grupo de 10 personas, causándoles a todos una muerte segura. Por suerte, tenemos la opción de actuar: si movemos la palanca del cambio de vía que tenemos a nuestros pies, el tren se derivará por una vía lateral. Lamentablemente, en esa vía lateral hay un autobús con 2 personas que también morirán irremediablemente si el tren les pasa por encima.
¿Qué decisión tomar? Si no hacemos nada, 10 personas morirán con toda seguridad. Si actuamos, 2 personas perderán la vida a cambio de salvar a las otras 10 de su destino fatal. La de desviar el tren es una acción que debe ser meditada, pero, ¿es correcta moralmente?

Este dilema moral es un clásico que no sonará nuevo para los que estén familiarizados con la filosofía de la ética y la moral, ni para los que hayan leído "El espejismo de Dios", ya que lo menciona en uno de sus capítulos. ¿Qué harías tú, querido lector?
En la tradición filosófica, hay dos grandes escuelas de pensamiento respecto a las decisiones morales. Por un lado, están los utilitaristas, para quienes, en cierto sentido, "el fin justifica los medios", pues en su análisis moral incluyen sólo las consecuencias de los actos, y no evalúan la moralidad de los actos en sí. Según el utilitarismo estricto, salvar a 10 personas sacrificando a 2 es un balance más deseable que el inverso, y eso justifica la acción de desviar el tren. Los filósofos deontologistas, por otro lado, creen que las personas debemos guiarnos por una serie de principios y obligaciones generales, como el bíblico "no matarás". Es por lo tanto una moral basada en las acciones, no en las consecuencias. Frente al dilema del tren, los deontologistas probablemente preferirían no actuar, de modo que no dañarían directamente a las 2 personas del autobús en la vía lateral, aunque con esta omisión condenaran indirectamente a las otras 10 que inadvertidamente están en el paso del tren desbocado.

Este debate está bien para los filósofos. Al fin y al cabo, ellos tienen un objetivo normativo, les interesa discutir sobre cómo deberían comportarse las personas. Los psicólogos experimentales, sin embargo, tenemos intenciones descriptivas y explicativas, nos interesa saber cómo se comportan de hecho las personas, como paso previo para averiguar por qué lo hacen así y no de otra manera. Planteado así el problema, la pregunta del psicólogo es: ¿Qué tipo de decisiones preferirán las personas? ¿Actuar y salvar a la mayoría (mentalidad utilitarista), o inhibirse para evitar dañar directamente a otros (mentalidad deontológica)? No es una pregunta tonta, si se me permite el comentario, ya que su respuesta tendría implicaciones muy profundas acerca de nuestra naturaleza como humanos y como animales sociales.

Ya existen trabajos previos en los que los científicos (biólogos, psicólogos) y los filósofos han tratado de poner a prueba sus hipótesis sobre el tipo de moral que espontáneamente guía a la mayoría de los seres humanos, y el procedimiento habitual consiste en proponer a los sujetos experimentales dilemas éticos como el ya descrito, o variantes también famosas como la de la "sala de espera del hospital"*. Se ha documentado una universalidad de ciertas tendencias en las elecciones morales que a menudo se explica mediante nuestra comunidad biológica como especie. Es decir, para muchos científicos, la preferencia generalizada en todas las sociedades humanas por algunas elecciones morales se derivaría de nuestros orígenes evolutivos comunes, y no provendrían únicamente de la cultura y la educación recibidas (de nuevo remito a todo lector curioso a Dawkins, 2007, y también a Hauser, 2006, con interesantes repercusiones en la blogosfera como ésta de Evolutionibus). Una de esas preferencias universales se ha traducido como la norma "deontológica" de no usar a las personas como medios para obtener un fin, aunque este fin sea deseable. Por ejemplo, la mayoría de los encuestados aceptarían desviar el tren y salvar a un número mayor de personas, 10, condenando a un número menor de víctimas, 2, en el escenario del tren desbocado. Pero muy pocos de esos encuestados encontrarían razonable matar a 2 personas de la sala de espera del hospital para dar sus órganos a 10 pacientes terminales, en el escenario de la sala de espera (ver la nota más abajo), aunque el balance de víctimas sea más desfavorable. Los estudios de Hauser (2006) y otros detectan, pues, esa resistencia generalizada a usar a las personas como medios, incluso aunque el bien obtenido sea mayor que el sacrificio. ¿Significa esto que somos "deontologistas" por naturaleza?

Lo interesante del paper de Waldmann y Dieterich es el punto de partida en el análisis, trazado desde las teorías bayesianas del aprendizaje causal.
Waldmann es famoso en el campo de la psicología por enfocar los problemas de aprendizaje causal por medio de unas representaciones abstractas que llamamos "modelos causales". Un modelo causal de un escenario cualquiera es una red que incluye todos los elementos destacables en esa situación: las causas, sus consecuencias, el tipo de mecanismo causal que los une, la dirección en la que los mecanismos inciden.
Esto los hace aptos para su uso en la confrontación de las dos grandes escuelas filosóficas, pues tanto las acciones (claves para la deontología) como las consecuencias (centrales en el utilitarismo) están representadas en el modelo. Si proponemos a nuestros sujetos experimentales distintos dilemas en los que el modelo causal se diferencia en estos elementos muy concretos... ¿haremos variar sus elecciones morales?

Experimento 1
Bien, aquí es donde el psicólogo experimental hace su trabajo. Waldmann y Dieterich recuperan la terminología clásica de "agentes" (los elementos que causan activamente el daño, como por ejemplo el tren en nuestra historia) y "pacientes" (los elementos que pueden recibir el daño, como las personas que interrumpen las vías sin saber la que se les puede venir encima). También observan, con buen tino, que la acción del sujeto experimental (quien se enfrenta al dilema) puede incidir sobre los agentes o sobre los pacientes. Este aspecto es relevante por la regla antes mencionada de "no usar a las personas como medios para obtener un fin". Si en un restaurante hay una bomba que puede matar a los 10 comensales presentes (el agente es la bomba, los pacientes son las potenciales víctimas), podría actuar lanzando la bomba al patio, donde matará a un sólo transeúnte (acción centrada en el agente), o bien podría lanzar a uno de los comensales sobre la bomba para que contenga la explosión con su cuerpo, y salvar al resto (acción centrada en el paciente). En ambos casos, el balance en cuanto a las consecuencias (utilitarista) es idéntico, pero la acción va dirigida a un elemento distinto en la red del modelo causal. Seguramente todos hayáis percibido que la acción dirigida al paciente es menos tolerable, moralmente, que la acción dirigida al agente. ¿Por qué?

En el Experimento 1 (Waldmann y Dieterich, 2007), los sujetos experimentales se enfrentan a una serie de problemas morales en distintos escenarios en los que se manipula precisamente este elemento: la acción va dirigida bien al agente o bien al paciente. En el escenario causal de "la bomba en el restaurante", la mitad de los participantes leyeron una historia en la que tenían que decidir si querían lanzar la bomba al patio (acción sobre el agente), y la otra mitad leía una historia similar pero en la que la decisión consistía en lanzar a una persona sobre la bomba (acción centrada sobre el paciente), con idéntico balance final en víctimas. En el escenario del tren, la mitad de los participantes del estudio leyeron el dilema tradicional, en el que deben elegir si es más correcto desviar el tren (acción sobre el agente) y matar a 2 personas o dejarlo seguir su curso y matar a 10. La otra mitad leyeron un dilema similar, pero en este caso debían decidir si querían conducir un camión para empujar un autobús que descansaba cerca de la vía, con 2 personas dentro, y de este modo bloquear el paso del tren y salvar a los otros 10 (acción centrada en el paciente). En todos los casos, la acción (sobre el agente o sobre el paciente) equivale a salvar a 10 personas y sacrificar a 2. ¿Cuándo juzgarán los participantes que la acción es más moral, cuando su acción se centra en el agente o cuando su acción se centra en el paciente?
Los resultados estadísticos son bastante reveladores. Los participantes del experimento tienden a actuar, salvando a la mayoría y sacrificando a una minoría, sólo cuando sus acciones se centran en el agente (el tren, la bomba). Es decir, sólo en esos casos las personas toman decisiones utilitaristas, sin importar que estén usando a unas personas como medios para salvar a otras.
La explicación recibe de los autores el interesante nombre de "miopía de la intervención", la atención del sujeto se fija sólo en las víctimas en las que recae la acción y pasa por alto las víctimas potenciales fuera de ese foco atencional. Cuando la acción se centra en el agente (lanzar la bomba al patio, desviar el tren), el foco atencional se dirige a las consecuencias de esa acción, que incluye a todos los elementos del escenario (tanto las víctimas que se salvan como las que no), permitiendo un juicio utilitarista. Pero cuando la acción se centra en el paciente (tapar la bomba con uno de los comensales, bloquear el tren con el autobús), las consecuencias directas de la acción sólo recaen en esos pacientes, quedando fuera de la atención las otras potenciales víctimas, aunque éstas sean mayoría, y eso refrena la acción, al juzgarla reprobable moralmente. Uno se queda pensando en el pobre hombre al que va a lanzar sobre la bomba (receptor directo de la acción), y olvida o da menos valor a las otras personas del escenario. Podemos decir que los modelos causales que construyen en su cabeza los participantes son más completos cuando la acción es sobre los agentes (causas) que cuando es sobre los pacientes, y eso sesga su juicio moral de esta forma tan llamativa.

Experimento 2
Todavía habrá quien no se haya perdido con mis farragosas explicaciones y replique: "¡Eh, aún esos datos son explicables con la regla deontológica de no usar a las personas como medios para alcanzar un fin!". No lo negaré. Es una de las razones que justifican el Experimento 2 (Waldmann y Dieterich, 2007).
En el Experimento 2, los autores proponen a cada participante una de las tres versiones del escenario del tren, con modificaciones importantes. Dos de las versiones de la historia son iguales a las ya mencionadas:
1. Para un tercio de los participantes, la elección consistía en desviar el tren a una vía lateral donde descansa un autobús con 2 personas (acción = 2 muertes; no acción = 10 muertes). La acción va dirigida al agente (el tren).
2. Para otro tercio de los sujetos, la acción consistía en empujar con un camión un autobús para taponar la vía, matando el tren a sus 2 ocupantes (acción = 2 muertes; no acción = 10 muertes). La acción va dirigida al paciente (las 2 personas del autobús cercano a la vía).
3. Por último, los participantes restantes leyeron una nueva versión de la historia, similar a la primera, salvo por que la vía lateral sobre la que descansa el autobús con 2 personas se curva y vuelve a unir con la vía principal antes de llegar al grupo de las 10 personas. De este modo, la única forma de salvar a esas 10 personas es desviar el tren por la vía lateral para que choque con el autobús y se detenga antes de volver a la vía principal y matar a nadie más. Esta versión se introdujo porque, aunque es prácticamente igual a la primera, y la acción sigue yendo dirigida al agente (el tren), la muerte de los 2 ocupantes del autobús es un medio necesario para salvar a las 10 personas. En esta versión de la historia, se hace muy explícita la implicación de la acción sobre el agente: sólo puedes salvar a las 10 personas si usas a las otras 2 como medio para hacerlo.

El resultado fue el esperado. El único factor que explicó las elecciones de los participantes fue el lugar sobre el que recaía la acción (agente vs. paciente), y no influyó el que las víctimas se presentasen como medios necesarios para salvar otras vidas (historia 3) o no. Siempre que la acción se centraba en el agente (historias 1 y 3), ésta se juzgaba más moral que la acción centrada en el paciente (historia 2). La regla deontológica de "no usar a las personas como medios" no se aplicó, pues, en este caso, y los resultados se explican mejor con la hipótesis de la "miopía atencional".

Por supuesto, muchos otros factores pueden estar en juego en este tipo de juicios morales, como la proximidad a las víctimas o los factores emocionales. Sin embargo, la fría traducción de las teorías de los modelos causales al ámbito de la filosofía moral se ha mostrado implacable en estos sus primeros pasos, a falta de mucha más investigación. Esto da para pensar...

Referencias

  • Dawkins, R. (2007) El espejismo de dios. Madrid: Espasa calpé.



  • Hauser, M. (2006). Moral Minds: How Nature Designed Our Universal Sense of Right and Wrong. Nueva York: Ecco.



  • Waldmann, M. R., & Dieterich, J. H. (2007). Throwing a bomb on a person vs. throwing a person on a bomb: Intervention myopia in moral intuitions. Psychological Science


  • Enlace al artículo desde la web del autor (PDF)
  • Waldmann, M. R., Hagmayer, Y., y Blaisdell, A. P. (2006). Beyond the information given: Causal models, in learning and reasoning. Current Directions in Psychological Science, 15, 307-311.




  • (*) Añado en esta nota una descripción del dilema moral del hospital, utilizado en las investigaciones de Marc Hauser (2006).
    Imaginemos que nos encontramos en un hospital en el que 10 enfermos necesitan urgentemente un transplante de distintos órganos para los que no tenemos donantes. Si no reciben el transplante, los enfermos morirán. Entonces alguien sugiere que podríamos matar a 2 personas sanas que descansan en la sala de espera para extraerles los órganos y salvar a los 10 enfermos. El balance de esta acción sería positivo (salvar a 10 matando a 2), pero muy poca gente la encuentra de hecho moralmente aceptable. Esto es un tanto sorprendente cuando comprobamos que el mismo balance (10 a 2) es preferible en el escenario del tren relatado en primer lugar en el post. Hay elementos que hacen distintas a las dos historias en cuanto a sus implicaciones morales.
    La conclusión de Hauser es que nuestra herencia evolutiva nos ha moldeado para seguir ciertas reglas que son importantes en los animales sociales, como la citada en el texto del post.


    EDITO (17-02-2008; 19:24): Reescribo un fragmento del post para que se entienda mejor, a petición de Héctor ;-)

    59 comentarios:

    Anónimo dijo...

    Interesante post. No acabo de entender la última situación. Si pudieras comentarla a ver si la entiendo...;)

    Fernando Blanco dijo...

    Bueno, he re-escrito ese trozo del post y creo que ahora se entiende mejor. El punto clave es que, para salvar a las 10 personas, hay que hacer el cambio de agujas para desviar el tren y que éste choque con el autobús, deteniéndose. Es una forma de hacer muy saliente y explícita la necesidad de usar a otras personas como medio para obtener un fin. 2 tienen que morir para salvar a 10.
    ¿Se entiende bien?

    intoku dijo...

    Hola gilgamesh,

    Los dilemas morales siempre me han llamado la atención.

    Son muy útiles en selección de personas, porque revelan los valores de la persona, aun aquellos que no sabe expresar verbalmente.

    Muy buen post, gracias.

    Intoku.

    Anónimo dijo...

    No acabo de entender el tercer ejemplo. O sea, vuelves a actuar sobre el agente ¿y los participantes en el estudio responden haciendo que el tren choque con el autobús?
    La vía del autobús vuelve a la vía principal y va hacia los 10, ¿no?
    Y la gente del estudio responde desviando el tren hacia el autobus... ¿no?

    Davidmh dijo...

    Pues a mi, aficionado a la Filosofía, los dilemas morales siempre me han parecido absurdos. Son cuestiones tan extremas que no parecen tener una correlación tangible con la realidad. Tampoco me parecen una forma fiable de extraer información acerca de los ideales de un individuo.

    Por otro lado, supongo que será una forma más fácil de experimentar sobre este aspecto, para extrapolarlo a otras cuestiones. ¿Hay estudios que lo hagan?

    Fernando Blanco dijo...

    Héctor, quizá lo mejor es que prepare algún gráfico para complementar la explicación, porque es muy sencillo de entender, y tal vez no tanto de explicar:

    En la opción 1, la gente decide si es moralmente aceptable desviar el tren a una vía paralela, de forma que mueren 2 y se salvan 10, actuando sobre el agente (tren).
    En la opción 2, la decisión consiste en si es aceptable bloquear el camino del tren con un autobús en el que hay 2 personas, de forma que se frene el tren y no atropelle a las otras. De nuevo, mueren 2 y se salvan 10, pero actuando sobre el paciente (las 2 que mueren).
    En la opción 3, la situación es parecida a 1, pero la vía paralela retorna al camino principal antes de llegar al grupo de 10 personas. Si desvías el tren por la vía paralela, el tren atropella a las 2 personas y se detiene. Así, salvas a 10 y mueren 2, pero está explícitamente indicado que esas 2 personas tienen que morir para que el tren se detenga y no mate a las 10.

    El resultado del experimento indica que lo único que importa es que la acción en 1 y 3 es sobre el agente (el tren, desviándolo), y eso se ve preferible a 2, donde la acción es sobre el paciente. El hecho de hacer explícito el uso de una persona como medio para un fin (comparar situaciones 1 y 3) no supone diferencia.
    La interpretación de los autores es que, cuando la accion es sobre el agente, el participante tiene en cuenta las consecuencias completas de esa acción (mueren 2, se salvan 10), y eso permite un juicio utilitarista. Pero cuando la acción es sobre el paciente, sólo se tienen en cuenta las consecuencias directas de la acción, es decir, el paciente: los participantes no ven más que al receptor de su acción, las 2 personas que van a sacrificar, y no tienen en cuenta a las otras 10, que quedan fuera del modelo causal directo con el que están trabajando en su cabeza.

    Anónimo dijo...

    Ok, ahora ya lo entiendo. Gracias ;)

    Anónimo dijo...

    Yo añadiría una opción mas en todos los casos...
    En el caso de la bomba.... ¿Que ocurriría si eligieramos echarnos sobre nosotros mismos la bomba? Es decir, decidimos morir por salvar al resto...
    En cuanto al tren , lo mismo, decidimos matarnos nosotros y tapar el tren y de ese modo salvamos a los 10 y a los 2...
    O el organo del hospital, nos matamos nosotros y salvamos a los 2 sanos y a los terminales...
    ¿Añadiría alguna clase de moral filosófica? (el hecho de la supervivencia propia o... ¿puede que estemos en el mismo caso?)

    Unknown dijo...

    Muy muy interesante ;)

    Me ha intrigado la situación que propone el usuario anterior: ¿y si el resultado fuese sacrificarse a sí mismo con el fin de salvar las vidas de los demás?
    Supongo que en esos estudios no está contemplado, pero sería interesante conocer el resultado de un experimento de esas características.
    Un saludo :)

    Pablo dijo...

    ¿Qué hacían los 10 en la vía? ¿lugar equivocado en el momento equivocado?

    ¿Qué culpa tienen los dos que iban en el autobus a los que si no actuáramos no les iba a pasar nada?

    Fernando Blanco dijo...

    Bueno, bueno, cantidad de comentarios que hacer:
    Intoku: No creo que este tipo de dilemas morales sirvan realmente para detectar nada interesante en la personalidad de los sujetos, ni para seleccionar personal, ni nada. Su utilidad es puramente científica, y sólo comparando grupos grandes de personas. Hauser, del que hablé, los ha usado en distintas culturas, en personas ateas y religiosas, y ha encontrado siempre unas cuantas tendencias universales, que él atribuye a nuestro origen biológico común.
    Davidmh: Estoy de acuerdo en que son casos extremos, absurdos, pero de eso se trata. Los problemas morales de la vida real son más sutiles y sujetos a un montón de detalles racionales y emocionales que hay que considerar. En otras palabras, contienen variables contaminadoras, y muy difíciles de controlar. Usar dilemas "exagerados" y simplistas nos permite estudiar la moral en el laboratorio y controlar muchas de estas variables contaminadoras.
    Ahora que hemos descubierto algunas cosas, como dices, llega el momento de probar su validez ecológica, es decir, si realmente se aplican a la vida real.
    Anónimo y Carlos: Introducir esa opción es introducir otra variable contaminadora. En realidad, los sujetos de estos experimentos no deciden si actúan o no, lo que se les pregunta es si les parece moralmente aceptable tomar esa decisión de actuar.
    Experimentos diferentes, con otro objetivo diferente, podrían estudiar esa "posibilidad de autosacrificio" que mencionáis. Pero serían eso, experimentos diferentes y con objetivo diferente :-)
    Pablo: Esas preguntas ni se mencionan en el texto que presenta el dilema. Se supone que el sujeto, al considerar su respuesta, toma en cuenta ese tipo de cosas. Pero el dilema está hecho de manera que no parezca que unos tienen más culpa que otros. Si todas las víctimas están igualadas en cuanto a ese aspecto, ¿sería moral usar a unas para salvar a otras? Eso es lo que plantean los experimentos.

    Gracias por vuestros comentarios.

    Marcos dijo...

    Buenos días a todos.

    ¿desaparecen las leyes de la física en los casos de psicología?

    Nadie se ha parado a pensar que un tren desbocado, al querer hacerlo cambiar de vía lo más lógico es que descarrilase, llevándose por delante a los 10 que están sobre la vía, a los dos del autobús, y a saber cuantos daños más generaría...

    Yo no tocaría el cambio de vías, y lamentaría esas 10 muertes, pero no deberían estar sobre las vías.

    ¿como se podría catalogar mi pensamiento?

    salu2

    Anónimo dijo...

    Pues yo no veo claro que, en el último caso, se está utilizando a las dos personas para salvar a las otras 10. Desde mi punto de vista es igual que el primer caso. En ambos está claro que tienes que elegir entre la muerte de unos o la muerte de otros.

    Yo encuentro la diferencia con el segundo caso en que, empujar el autobús no es "dejar morir" a dos personas, sino "matarlas". Esas personas no estaban en la vía del tren, no estaban en peligro. No así las que estaban en la vía paralela que, aunque en principio el tren no fuera a pasar por ahí, sí podía hacerlo.

    Digamos que la acción de cambiar el tren de vía es "menor" que la de empujar el autobús.

    En todos los casos, el que elige tiene claras las consecuencias de todo lo que puede ocurrir.

    ¡Saludos!

    Anónimo dijo...

    Hola a todos,

    Sí, es cierto que es muy muy interesante. Pero se me ocurre otra variable, y digo esto con toda la humildad del mundo sin intentar con ello decir que los responsables de los experimentos no la hayan tenido en cuenta; tal vez simplemente se trate de otra pregunta diferente...

    Y es que al actuar sobre el paciente (sujetos en la sala de espera del hospital, comensal al que arrojar sobre la bomba), hay que elegir las víctimas. ¿A quién mato en la sala de espera? ¿A quién arrojo sobre la bomba? ¿POR QUÉ A ÉSTE Y NO A QUIEN TIENE AL LADO?

    Ese juicio sobre la vida y la muerte de alguien en concreto me resulta más inmoral que la mera acción sobre el agente, donde la elección de las víctimas queda en manos de un azar del que nuestra conciencia puede sentirse desligada.

    No sé si me explico o si todo es una tontería, tan sólo dejo ahí el aspecto que me ha impactado más en el ejemplo del restaurante o de la sala de espera: ¿a quién?

    Un saludo a todos y en especial al autor.

    David dijo...

    No se si puede influir en estos dilemas la identificación del sujeto con el paciente.

    Si yo tengo que empujar a alguien contra la bomba para salvar a quien sea, pienso a su vez que antes que empujar a alguien debería ser yo mismo el que se lanzase contra la bomba, y ahí entra mi instinto de supervivencia a decir "no".

    Si tengo que lanzar la bomba lejos, no me identifico con nadie.

    Quiero decir: no soy capaz de usar a nadie como medio si pudiera ser sustituido por mí mismo.

    Anónimo dijo...

    Me ha parecido muy interesante y creo que dilemas como este deberían plantearse en clase de ética en primaria o lo que ahora llaman "educación para la ciudadanía" y que de pronto resulta polémica.

    Sobre el artículo en sí, la opción de Anónimo ya la había pensado mientras leía el artículo. Pero no se trata de buscar otras alternativas. Si no, es fácil ahuyentar a las 10 personas de la vía o meter el camión en la vía para que no impacte con el autobús.

    La idea es parecida a la del test de Voigt-Kumpf (Blade Runner). Es crear una respuesta emocional, pero en este caso estando relacionada con la moralidad. El test presupone que nos importa salvar a esas personas, que tenemos sólo dos opciones y que somos los únicos capaces de influir en la situación.

    Me ha gustado tanto el artículo que lo comentaré con mis amigos para conocerles algo mejor.

    P.D.: Voy a echarle un vistazo a la página, que parece muy interesante. ^^

    Anónimo dijo...

    El gran problema de los utilitaristas, es como bien dice el articulo, que "el fin justifica los medios". Quien pone los limites?, quien nos da el derecho a sacrificar a alguien para 'salvar' a otros?. La manera de pensar de los utilitaristas puede crear situaciones realmente grotescas y fuera de control en la que todo vale por llegar al fin deseado. Y la historia tiene por desgracia muchos casos de estos.

    Anónimo dijo...

    Hola... la verdad es que después de leer todo el artículo, lo que creo es que más que centrar en el agente o en el paciente el problema, habría que centrarlo en el actor, es decir en el que toma la decisión... y creo que la explicación es que las personas no queremos aceptar la responsabilidad de la una acción que suponga muerte. En el primer caso "yo" no hago (casi) nada -> pasa que al desviar el tren para salvar a 10 mueren dos. En el segundo caso "Y0" que directamente "empujo" a dos (decido directamente su muerte...) a la muerte. Demasiada responsabilidad asumir algo tan directo.

    Anónimo dijo...

    Me parece absurdo el tipo de comparaciones que se establecen entre el tren y la sala de espera. En la situación del tren o mueren 2 o mueren 10, hagamos lo que hagamos, ojo, no los matamos, en la sala de espera matamos a 2 para salvar a 10, es decir, actuamos contra las personas. Es como comparar un asesinato entre terceras personas, donde poco tenemos que ver (para nosotros no tiene calificación moral ya que no intervenimos) con matar una persona que no esta haciendo mal a nadie para salvar a otra. Es cuestión de lógica, no de moral, así que comparar ejemplos que no tienen nada que ver no lleva a nada. Para empezar es imposible conocer el futuro con certeza, si fuera así nos quedaríamos bloqueados directamente, imaginemos el caso de 1 en el autobús y 1 millón el vía, todos en fila india haciendo el tonto y esperando ser matados sin retirarse. Como parece ser en todos los ejemplos, sabemos el futuro el futuro con certeza (parece ser que conocemos con certeza que el tren matará a 2 o a 10, que me expliquen como) descubrimos que el 1 solitario va a ser el inventor de la cura contra el cáncer y el sida y salvaría millones de vidas, pero como seguimos sabiendo el futuro descubrimos que el tataranieto de uno de los del billón liberará la al mundo de una raza alienígena invasora que extermina la raza humana. Así que nos bloquemos, pasa el tren y que ocurra lo que ocurra. En resumen, nunca sabremos con certeza el futuro, así que todos los casos son falsos (matamos a uno y donamos los órganos, y luego todos los pacientes lo rechazan y se muren también, por ejemplo). Así que ante ese incertidumbre en el futuro se elije siempre el mal menor en el presente, aún que a la larga la líes .Así que dejaros de pajas mentales que la realidad no es así.

    Anónimo dijo...

    Muy bueno y curioso el artículo, no había leído nada parecido y el hecho de centrarnos en el agente o el paciente me ha hecho pensar.También depende de cómo se presente el dilema y que el contexto en que se haga resulte familiar o cercano para la persona a la que se presente, porque en el caso de las personas en la vía del tren tenía mis dudas, pero cuando he leído el caso de las personas en estado terminal y las que están en la sala de espera lo he visto más claro y dudado menos :)

    Horacio dijo...

    El problema está en que en la vida real esto no sucede.
    Realmente no se sabe lo que pasará en el futuro, por lo que es muy arrogante querer tomar decisiones sobre la vida y la muerte.
    Aquello de tirar al tipo sobre la bomba, y todo eso, no funciona en la practica, y todo lo que se puede extraer de este experimento, no aplica a la practica.
    Por ejemplo, no toman en cuenta la cuestión social.
    Si mato a un tipo arriba de una bomba, soy un asesino, y voy preso.
    Si tiro la bomba al patio soy un héroe.

    Si la decision fuera puramente acerca de 10 o 2 vidas, primero habria que decidir si realmente son equivalentes esas vidas, y si nuestra accion realmente es equipotencial, en el sentido de que no haya ninguna razon por la cual a los 2 les "corresponda" menos la consecuencia, como el caso de gente andando por la calle o por la vereda.

    Si el caso fuera bien abstracto, así, en todos los casos valdría matar a 2 para salvar a 10. El problema es que cualquier hipotesis de la vida real está instantaneamente plagada de complicaciones que hacen que uno suponga cosas y decida para un lado o para el otro . La falla está en que cada uno supondrá cosas diferentes, y llegara a conclusiones diferentes. La falla del experimento es que no hay forma de llevarlo a un estado puro.
    Un claro ejemplo de esto es el tercer ejemplo, que para mí es exactamente equivalente al primero, por lo cual no cambiaría mi respuesta. Por supuesto entiendo que quien lo plantea buscaba cambiar el ejemplo para sacar sus conclusiones, pero pienso que no lo ha logrado, y que cualquier conclusion que saque de este ejemplo en particular, está contaminada de sus propias suposiciones, y no tiene ningún valor objetivo.

    Anónimo dijo...

    Anonimo dijo: "... Así que dejaros de pajas mentales que la realidad no es así ..."

    Horacio dijo: "... El problema está en que en la vida real esto no sucede ...."

    Estos son casos/ejemplos extremos para presentar el problema moral o etico de base, "Justica el fin los medios?". Os pongo algunos ejemplos de la vida real que podrian tener cabida en este articulo: "La pena de muerte", "la esclavitud", "la tortura", "genocidios" ...

    Horacio dijo...

    Anónimo: te invito a leer el resto de mi comentario anterior. Éste responde a lo que decís.

    Lo que trato de decir es que, como suele suceder en estas disciplinas, la experimentación tiene sus problemas prácticos.

    Lo que digo en este caso es que, si bien aquel que plantea el dilema cree haber planteado algo abstracto, quienes deciden lo hacen basándose en los detalles, y el observador no tiene la capacidad de separar cuáles son los detalles que inciden de los que no.
    En otras palabras, el experimento está mal diseñado, por no admitir mediciones confiables, y no tengo confianza en que sea posible diseñarlo para poder hacer una medición objetiva.
    Por más que se esfuerce el observador en sacr conclusiones, todas ellas se contaminan de sus presuposiciones, porque los mismos detalles del planteo distraen del dilema concreto a la persona que tiene que tomar la decision. Esto hace que uno tendría que comprender bien el impacto de esos detalles, o simplificar aún más el problema.
    No creo que se pueda simplificar el problema, a menos que uno pregunte: te parece mejor que mueran 10 o 2 personas?
    Cuando pedimos una respuesta para un planteo mas concreto, no podemos esperar que el tipo decida de forma abstracta, porque así no es como funcionamos. Por eso pienso que el experimento no da ningun resultado util.

    Fernando Blanco dijo...

    Horacio y Anónimos variados: Creo que lo que estáis planteando es que el experimento no tiene validez ecológica. Es decir, que puede haber resultados en el laboratorio pero que en la práctica no tienen por qué aplicarse de esa manera. Y estoy de acuerdo, como he dicho en otro comentario.
    Sin embargo, no comparto la postura de Horacio en su último comentario, por ejemplo, cuando dice que el experimento es inútil o no dice nada. Para empezar, lo primero que hay que tener en cuenta es que comparamos grupos de sujetos entre sí. Las historias que les contamos son muy parecidas, variando un sólo elemento (preferiblemente) o muy pocos (cuando no es posible). Si encuentro diferencias estadísticamente significativas entre las respuestas de esos grupos de sujetos, es razonable pensar que se van a deber a esas variaciones entre las distintas historias. Así es como averiguamos que incidir sobre el agente es más aceptable que incidir sobre el paciente (comparamos las condiciones agente vs. paciente en cada historia, no entre historias distintas). Hablo de estadística, de comparar datos. Ése es el resultado.
    El Experimento 2 sólo introduce un pequeño matiz (se explicita la condición de "medios" de las 2 víctimas) y parece que no produce efecto estadístico alguno en las respuestas de los sujetos. ¡Por supuesto que hay explicaciones alternativas! Al hacer una variante de una historia puedo estar cambiando más de un aspecto de la misma, y eso es lo que hay que evitar en los experimentos. Pero no diría que son inútiles, o imposibles de llevar a cabo con seriedad.

    Fernando Blanco dijo...

    Por cierto, en el Experiemnto 1 se plantean varias historias distintas a los participantes, cada una de ellas en 2 versiones: acción sobre el agente o sobre el paciente.
    La comparación interesante es la que he dicho, entre las dos versiones de cada historia, es decir, analizar el factor "agente vs. paciente".
    Sin embargo, en los resultados se ve que el otro posible factor, "historia", no afecta nada. No se perciben diferencias entre las distintas historias: cuando la intervención es sobre el agente, se encuentra más o menos igual de aceptable actuar en la historia del tren, en la de la sala de espera, en la de la bomba... El hecho de que ese factor no influya sugiere que alguna de las explicaciones alternativas que estáis manejando por ahí arriba no son pertinentes, ¿no os parece?
    Un saludo.

    Anónimo dijo...

    Si que ha producido comentarios esta entrada en sólo un par de días (con diferencia además). Va a ser verdad eso que de que las entradas más polémicas por los asuntos que tratan o con las que la gente no está de acuerdo, son las que más comentarios producen :)

    Alexfighter dijo...

    Horacio: "aquel que plantea el dilema cree haber planteado algo abstracto, quienes deciden lo hacen basándose en los detalles"

    Bueno, imagino que quien plantea el problema es lo suficientemente serio como para detallarlo como ha hecho nuestro amigo gilgamesh, diciendo que no eres tú quien acciona la palanca, y haciendo aceptar a todos que sí saben lo que va a suceder con seguridad hagan una cosa u otra. En otras palabras: reduciéndolo a una cuestión matemática, de términos exactos, lo cual permite evaluar la moral de estas personas en función de si toman una decisión u otra.

    Y ese es el único objectivo: un experimento teórico sobre la moral, no un experimento práctico.

    Porque si esto fuera algo práctico yo pensaría varias cosas:
    1.- ¿Si el tren va desbocado no ocurrirá una catástrofe de todas formas?
    2.- ¿Cuántas personas van en el tren? Se me puede ocurrir dejar el cambio de agujas a la mitad y hacerlo descarrilar, a ver si tira por el centro.
    3.- Si estoy lo suficientemente cerca como para ver lo que va a pasar a un lado o al otro de la vía, ¿no puedo alertar a las víctimas en potencia?

    Etc Etc.

    Anónimo dijo...

    Bueno, yo creo que esto no hay que darle tantas vueltas, ni introducir suposiciones, ni intentar buscarle utilidad. Simplemente es un ejemplo abstracto, radical y sencillo, para pensar, sobre la forma de actuar según el contexto en el que se esté. Por lo general, las personas tienen a centrarse o focalizar una serie de variables y dejar de lado otras. A veces se reacciona instintivamente basado en la primera información que nos dan dichas variables en las que nos hemos centrado Pero si se amplia el espectro de variables se puede tomar otra decisión totalmente diferente.

    Unknown dijo...

    También yo lo he encontrado muy interesante. Gracias. Y creo que si que ilustra algunos situaciones de la vida real. Por ejemplo, el terrorismo, en el caso el fin si justifica los medios, aunque sea a costa de pérdidas de vidas humanas; o la guerra: ¿es lícito bombardear un país con pérdidas civiles para librarnos de un tirano?

    Anónimo dijo...

    Hola, Gracias por el post. Me llamo Román.

    Hay una cosa que no me convence, en la variación del tren, el tercer caso, a mí no me importa que la vía vuelva a la principal, ya que una vez que choca con el autobús se detiene. Es decir, que no lo veo para nada diferente al primer caso, por mucho que se pueda argumentar lo contrario. Si me dijeran que tras el autobús hay un convento de carmelitas, tampoco me importaría porque el tren se detiene tras el autobús y a dónde vaya después no importa porque no va a llegar.

    Fernando Blanco dijo...

    Román, no hay diferencia entre las versiones 1 y 3 de la historia en cuanto a sus consecuencias. Como bien dices, en ambos casos el tren se detendrá al chocar con el autobús, matando a 2 y salvando a 10.
    Lo que las diferencia es la manera de presentar la situación. En el primer caso, el cambio de agujas únicamente desvía el tren, con lo que salvas a 10 personas. Las 2 personas que mata en la vía lateral se pueden entender como "daños colaterales". Sin embargo, en la versión 3, la única manera de salvar a las 10 personas que ocupan la vía es deteniendo el tren al cruzar en medio el autobús. Es decir, tanto en la versión 3 como en la versión 2 las personas que mueren en el autobús son usadas como instrumentos para salvar a los 10 de la vía. No son "daños colaterales" como en la versión 1, sino instrumentos, medios.
    La cosa queda así:
    Versión 1: Acción sobre el agente. Las personas no son usadas como instrumentos para salvar a otras.
    Versión 2: Acción sobre el paciente. Las personas sí son usadas como instrumentos para salvar a otras.
    Versión 3: Acción sobre el agente. Las personas sí son usadas como instrumentos para salvar a otras.

    Advertirás que tenemos 3 versiones y 2 factores que los diferencian: el locus de la intervención (agente vs. paciente, es decir, historias 1 y 3 vs. historia 2) y el hecho de usar a otros como instrumento para salvar 10 vidas (o sea, historia 1 vs. historias 2 y 3). Los análisis estadísticos demuestran que sólo el primer factor tiene efecto sobre las respuestas: no importa si las personas son usadas como instrumentos, lo que importa es el lugar al que va dirigida la intervención.
    Ojo, que esto contradice a Hauser y a Dawkins.

    Horacio dijo...

    Creo que el error está en que el tercer caso está planteado para buscar un efecto que no logra.
    No importa como me lo digan, yo no consigo ver a la gente del autobús como un medio. No son un medio, es exactamente el mismo caso que el 1.
    Decir que los voy a usar para detener el tren es un error, porque efectivamente no importa hacia donde va la via luego de chocar el autobus, porque la idea del tren pasando por ese pedazo de via es algo que no necesito tomar en cuenta, porque no puede suceder. En ese caso, el autobus no está salvando a nadie, porque el pedazo de via que está tras de él, nunca iba a ser transitado por el tren, de ninguna manera. Salva de un peligro que no existía, el autobus con 2 personas no salva a nadie, sigue siendo daño colateral. Este tipo de problema es lo que más me llama la atención, que es muy dificil entender lo que piensa el que recibe este planteo, y es facil conjeturar sobre supuestos erroneos.

    Anónimo dijo...

    Román de nuevo,
    En el primer caso, el cambio de agujas únicamente desvía el tren, con lo que salvas a 10 personas. Las 2 personas que mata en la vía lateral se pueden entender como "daños colaterales". Sin embargo, en la versión 3, la única manera de salvar a las 10 personas que ocupan la vía es deteniendo el tren al cruzar en medio el autobús.
    Yo sólo vería esto como comentas si en el primer caso yo no supiera que en la vía alternativa hay un autobús, pero como es imposible plantear el dilema moral omitiendo el hecho de que hay un autobús en la vía alternativa, nunca percibiré el autobús como un "daño colateral" puesto que yo sé de antemano que hay un autobús y que cambiando el rumbo del tren lo estoy dirigiendo hacia un autobús con dos personas dentro.

    Yo creo que, como dice Horacio en su último post, no se percibe a las dos personas como medios.
    Pese a que la argumentación que se plantea de que al volver el tren a la vía principal la acción es sobre el paciente puede tener su lógica, yo creo que, en la práctica, en el planteamiento no se percibe al autobús como un medio sino como una consecuencia del desvío del tren, por lo que la acción sigue estando sobre el agente.

    Anónimo dijo...

    Me he equivocando en mi post, pero no puedo editar, entendí mal tu respuesta.

    Ahora lo veo más claro, aunque sigo sin estar convencido de la diferencia.

    Anónimo dijo...

    Unos experimentos muy interesantes.
    1) Horacio, que señalaba que la elección puede ser penal más que ética, ha evidenciado un punto muy importante. Ya que la ley tiene su origen en la ética, mediante estos experimentos se comprende fácilmente por qué es sancionable lanzar a una persona sobre la bomba y no lanzar la bomba a la calle donde pasa una persona.
    2) Otro hecho que me gustaría señalar es que 10 contra 2 no es una comparación aritmética. Esto queda claro si en la vía paralela está el señor presidente con su asesor de prensa y en la principal los diez periodistas de la rueda de prensa. En la mayoría de los casos la vida de un presidente vale muchas vidas. Y de ahí que lanzarle la bomba a un escolta para salvar al presidente sea un acto heroico.

    Fernando Blanco dijo...

    Horacio, efectivamente, puede que la manipulación de "instrumentalidad vs. no instrumentalidad" (comparar historia 1 con 3) no sea eficaz, aunque no me atrevería a decir tanto sin tener delante una transcripción exacta de las instrucciones.
    Desde mi punto de vista, la manipulación está bien pensada. Desde el punto de vista utilitarista, no deberíamos encontrar difrencias entre las 3 historias. De hecho las encontramos, y el factor que influye es el locus de la intervención (agente vs. paciente).
    El problema me lo planteas en el grupo 3 del Experimento 2. Me dices que no ves diferencia entre la historia del grupo 1 y la del 3, y yo la veo muy evidente. Desde el punto de vista de los deontologistas (y de Hauser), la historia 3 se parece más a la 2 que a la 1. No entiendo tu explicación para justificar que la historia 3 es igual a la 1.

    Fernando Blanco dijo...

    Lo mejor va a ser que os proporcione el enlace al artículo original del que hablo en el post: Aquí lo tenéis, enlazado desde la web de Michael R. Waldmann.
    Lo voy a añadir también en el texto.

    Anónimo dijo...

    Me ha gustado mucho la línea de los experimentos, y todavía no he asimilado toda las posibilidades que se agolpan en mi cabeza. Así que os daré un dato, salvando que nunca estuve en situación similar...

    Yo no salvaría a las diez personas del primer experimento, no creo que sea yo el indicado para decidir moralmente quitarle la vida a alguien, aunque "mediante" el sacrificio se salven más.

    Al fin y al cabo, es una decisión que cambia el curso "natural" de los acontecimientos, y yo personalmente no podría enfrentarme a los familiares de los "sacrificados".

    No me importa que sean presidentes, ministros, premios nobel de la paz o niños.

    Y quizás me equivoque, pero es lo que siento ahora.

    Enhorabuena por la entrada, Utah.

    Fernando Blanco dijo...

    Por cierto, que sepan todos que ya nos han plagiado este artículo, nada menos que en "El periodista Digital", violando dos de los términos de la licencia Creative Commons que protege Psicoteca (por no citar al autor y por modificar la obra). Así me gusta que trabajen los "periodistas digitales", aprovechándose del fruto del esfuerzo de los bloggers con todo su morro.
    Es lo que tiene el "efecto menéame" (¡llegamos a la portada!).

    Anónimo dijo...

    Me ha llamado bastante la atención que en el caso del tren la mayoría opte por intervenir. ¿Por qué la mayoria de la gente considera que no intervenir es moralmente reprobable?. A mí, personalmente, me parece que el mero hecho de intervenir te involucra en la acción, te convierte en ejecutor. Al no hacerlo no formas parte del problema. Eres tan solo un observador.

    Anónimo dijo...

    Fascinante. Incluso ahora viendo que el resultado es el mismo, no puedo evitar sentir el matiz moral al plantearme cada problema. De verdad, muy interesante.

    sakura dijo...

    Exelente feflexion la del tren, personalmente me inclino por la filosofia denteologica, pues kines somos para kitarle la vida a otros, es como jugar a ser Dios.
    Ademas que nos asegura que alguna de esas 10 personas que salvemos al deviar el tren no es un asesino en serie, entonces contribuiremos a la muerte de otros.

    !det dijo...

    mm...es situacion para pensar mucho pero efecivamente seria mejor que murieran 2 personas a 10 pero no creo que las personas 2 vivas quieran donar sus oranos seria buscar mas o seria mas raajo por que alunas personas no son compatiles imainat que lo que necesitan es sangre y ladelas2personas que donaran no es compatible entonces pienso que perderiamos mas seria mejor que se salvaran a las 10 personas

    flakita dijo...

    ok ok... creo ke a pesar de cada corriente o especialistas realizen diversos estudios y obtengan cada kien sus propias conclusiones, nunca podran determinar o decir ke las personas actuaran de la manera en ke ellos digan ya ke cada kien es un mundo y cada kien tiene un punto muy subjetivo sobre sus acciones.

    Fernando Blanco dijo...

    Me temo, Flakita, que la tuya es una opinión, respetable, pero que pasa por alto algo muy, muy importante:
    Es cierto que cada persona puede ser muy diferente en su subjetividad (o eso nos gusta pensar, puesto que al fin y al cabo, si algo es subjetivo, ¿cómo voy a compararlo con el del vecino para ver si de verdad son diferentes?).
    Te centras en lo que nos hace individuos únicos. Pero te olvidas de las muchísimas cosas que nos unen a todos los seres humanos, hayan nacido en Nueva York o en la Amazonia. Todos tenemos cuerpos más o menos similares, cerebros parecidos, ADN casi idéntico, compartimos una misma historia evolutiva... ¿De verdad crees que todo eso no va a dejar alguna huella en nuestra conducta?

    karen dijo...

    Hola q tal!!!

    Es interensante el tema que abordo, ya que al hablar de la ética o la moral son temas exclusivos ya que viendo a nuestra sociedad desde esta perpectiva, nos podemos dar cuenta que hay personas que no tienen valores eticos y creame q eso habla muy mal de ellas, Con respecto al ejemplo del tren , y dependiendo a la respuesta dada se puede dar cuenta los valoes que tendrian como personas. Felicitaciones por el post.

    blackberry dijo...

    Hola creo que debemos autoevaluarnos a nosotros mismos la verdad primeramente y debemos impulsar nuetro autoestima primero por que si nuestro estima esta bajo como podemos subir el autoestima de los demas creo que eso no debe ser debemos estar bien nosotros primero y despues asi podemos ayudar a los demas

    Mendez dijo...

    Un buen dilema.....
    Pero yo elegiria salvar a las 2 personas.
    Es un tema muy extenso creo que si fuera un poco mas grafico en cada problema tal vez entenderia su objetivo de este texto.

    seguire leyendo hasta haber entendido su proposito

    Villanew dijo...

    Es la priemera vez que veo este blog y el tema tratado. Los experimentos nos pone en un dile y creo que la decision depende en la posicion que nos encontremos o como mejor nos convenga, para sentirnos menos culpables.

    Saludos!!!

    Isamar dijo...

    Este blog si te pone a reflexionar a la hora de tomar una decision, mas con los ejemplos que nos ponen y los contradictorio que pueden llegar a ser las personas que creen tomar una decision moralmente correcta.
    Sinceramente yo no sacrificaria a unas personas para cambiar el destino de otras.
    Muy interesante el blog!

    Los quiero chamacos, besos!!!

    DONY dijo...

    hola k tal!!! primero que nada me parece muy interesante el post, y dada esta oportunidad me parece muy buena reflexion para todos aquellos que aveces actuamos sin pensar!! sin embargo he aqui donde nos damos cuenta que tan presentes tenemos nuestros valores al enfrentarnos a alguna situacion moral como los ejemplos anunciados.
    creo que a mi parecer solo es cuestion de dejar fluir las cosas tal como vienen ya que por algo suceden las cosas.
    felicitaciones!!!!

    Emmanuel Toscano dijo...

    MMmmm ¿?

    Me eh quedado con mucha indesicion en lo que haria yo, pues es que si hago una accion de matar a 2 personas para salvar a 10, es una desicion muy dificil, pero no, no lo haria, no soy nadie para decidir la vida de las personas, sin embargo siempre es aceptable hacer cosas buenas, entonces me kedo completamente en duda, yo creo que a la hora tomaria alguna desicion, es muy dificil!!

    Yo creo que depende de cada persona, yo definitivamente a la hora desidiria y por el momento no sabria dar una respuesta, seria un impulso repentino!

    Saludotes
    3L2


    "mi conciencia no me dejaria vivir trankilo"

    cindy dijo...

    Acerca d este post,es muy dificil que hacer en esos casos pues la verdad no sabemos ni a quien salvar, ya que todos somos seres humanos. A pesar de que somos seres razonables estamos entre la espada y la pared a la hora de elegir. En si es algo que debemos de pensar si algun dia estuvieramos pasando alguna de esas situasiones

    GodRaa dijo...

    ES UNA BUENA PREGUNTA, PERO PARA QUE HACER O TOMAR LA DESICION SI PODEMOS HACER QUE LA VIDA SIGA SU CURSO, BUENO RESAGANDO ESTA OPCION YO TOMARIA LA SEGUNDA, Y NO DEJAR QUE EL TREN SIGA SU CURSO, SERIA MAS PRUDENTE QUE SE SALVARARN LAS 10 PERSONAS Y NO SOLO DOS, AUNQUE TOMANDO DISTINTOS FACTORES PODRIA CAMBIAR DE IDEA... PERO SERIA MEJOR MI PRIMERA OPCION, HE LEIDO ALGUNOS COMENTARIOS DE TU ARTICULO, Y ESTOY DE ACUERDO CON ALGUNO DE ELLOS, POR EJEMPLO DE QU SOMOS SERES HUMANOS CAPACEZ DE DE PENSAR Y TOMAR UNA BUENA DESICION DE ACUERDO A NUESTRA ETICA!!

    karen dijo...

    Hola!!!!! esta muy interesante el articulo pero creo que nadie puede cambiar el destino de las otras personas y mucho menos creo que nadie arriesgaria su vida para salvar a otras personas que ni si quiera conocen. No es justo que pierdan a la vida 2 personas a costa de la vida de 10. Es un tema muy dificil la verdad no somos ni super heroes ni mucho menos somos Dios para salvar o quitar la vida a personas.

    Rafael dijo...

    HOLA PS LA VERDAD ESTA NOTA ME AHH INTRIGADO DEMASIADO PUES YA QUE ME FACINAN LAS COSAS DE LOS PSICOLOGOS EN VERDAD GRANDEES DILEMAS DE ELLOS PERO BUENO DE HECHO LA SITUACION ESTA MUY GRAVE AL MOVER LAS AGUJAS PUES YA QUE ES COMO SI LO ESTUVIERA HACIENDO UN ASESINATO SOBRE UNAS PERSONAS PERO TAMBIEN SALVANDO A 10 POR 2 PERSONAS PERO BUENO TAMBIEN SE PUEDE CONSIDERAR COMO UN ACTO EROICO PERO TODO DEPENDE DE EL PUNTO DE VISTA DE CADA PERSONA O NO CREEN SALES PS ME VOY SALUDOS!!!

    julito dijo...

    muy buen tema ya que la mayoria de personas no hacen casoa los valores, que en realidad son parte de nuestra vida, y pues las desiciones se toman de acuerdo a como seas tu, y en este caso pues la verdad si que esta muy dificil la situacion, pero para todo hay solucion.

    jc pac dijo...

    la neta pues los valores son algo que debemos tener bien en cuenta y aqui se va a ver si en verdad tenemos el valor o no.

    LuFeRo* dijo...

    ¡Hola que tal!

    Pues la mayoria supongo elegiriamos bajo esa circunstancia pues las 2 personas, bueno al menos que te balga o no sepas que hacer, bueno ay demasiadas opciones para ser sincera a lo mejor y decidimos alguna de las 2 y te resulta otra cosa =( , si te enfrentas a cualquier caso de estos pues reaccionas y ya, pero si decides no hacer nada a lo mejor dices pues "era su destino" , pero despues te vas a arrepentir y vas a pensar todo y vas a decir y si "hubiera".
    En cualquier situacion que se da expontanea no reflexionas si es etico o no, si me guio en esta teoria, si salco calculos, solo reaccionas en cuanto la situacion y esperas que funcione ok bueno eso pienso ok bye =)