En libros de texto e incluso en este blog hemos hablado de la famosa historia de Rosenhan, de cómo en un experimento mandaron pacientes sanos a un hospital psiquiátrico , y cómo consiguieron hacerse pasar por enfermos mentales. El trabajo pretendía dejar en entredicho la capacidad de los profesionales de la salud mental para diagnosticar adecuadamente a los pacientes. Y es que personas sanas que se comportaban de forma correcta salvo por indicar que escuchaban una voz diciendo diciendo “Zás” en sus cabezas al comiendo del experimento, fueron diagnosticados de enfermos mentales e ingresados. Finalmente se les dio de alta por supuesta remisión de los síntomas. Para recordar en qué consistió el estudio podemos leerlo aquí en psicoteca.
Hay una contestación que se hizo al trabajo de Rosenhan que nunca se suele mencionar cuando se habla de todo esto y que es necesario comentar, ya que nosotros hablamos de este mismo tema en su día. O se suele comentar (como en el artículo de psicoteca) pero no se concreta en qué consistió. Y es que Spitzer hizo una crítica a lo que se había hecho mencionando que la mejor prueba de que el psicodiagnóstico funcionaba era el propio trabajo de Rosenhan, ya que los síntomas de los pacientes enviados por el psicólogo habían sido calificados como en “remisión” algo que según los datos reunidos por Spitzer es algo muy poco usual. Y justo todos los experimentadores enviados por Rosenhan habían sido calificados así. Puede que el psicodiagnóstico no sea tan inexacto después de todo.
Hay una contestación que se hizo al trabajo de Rosenhan que nunca se suele mencionar cuando se habla de todo esto y que es necesario comentar, ya que nosotros hablamos de este mismo tema en su día. O se suele comentar (como en el artículo de psicoteca) pero no se concreta en qué consistió. Y es que Spitzer hizo una crítica a lo que se había hecho mencionando que la mejor prueba de que el psicodiagnóstico funcionaba era el propio trabajo de Rosenhan, ya que los síntomas de los pacientes enviados por el psicólogo habían sido calificados como en “remisión” algo que según los datos reunidos por Spitzer es algo muy poco usual. Y justo todos los experimentadores enviados por Rosenhan habían sido calificados así. Puede que el psicodiagnóstico no sea tan inexacto después de todo.
Fuentes
“50 grandes mitos de la psicología popular: las ideas falsas más comunes sobre la conducta humana”. Scott O. Lilienfeld, Steven Jay Lynn, John Ruscio y Barry Beyersetein. El ISBN del libro es: 978-84-92616-53-4.
Spitzer, R. L. (1976). More on pseudoscience in science and the case for psychiatric diagnosis. Archives of General Psychiatry,33, 459-470.
http://www.sciencemag.org/content/179/4070/250